Bienvenido al maravilloso mundo del Muchacho de Oro Greg Morris
Recibí una llamada una mañana de un vecino de Greg Morris, quien me dijo que el camión de DPW había estado estacionado frente a su casa toda la mañana. Pasé por allí un par de veces y finalmente tomé algunas fotos que envié a John Isensee, director del Departamento de Obras Públicas.
Yo sé que el señor Morris es sólo un obrero, sin embargo, él es el único que puede tomar un camión de la ciudad y llevárselo a casa todas las noches; a ningún supervisor les es permitido llevarse los vehículos a su casa.
Lo que me intrigamáses quesi teníael día libreono fue atrabajarpor cualquier razón, ¿por qué sacar de circulación el camiónde la ciudadcuando podría serutilizado para otrasnecesidadesde la ciudadporotrosempleados.
Cuando hablé con el Sr. Isensee por teléfono me dijo que él no sabía si Greg estaba ausente del trabajo ese día y no había visto mi correo electrónico con la foto de la camioneta frente a la casa del Sr. Morris, tratando de negar que él se lleva un vehículo de la ciudad por las noches. Le expliqué que él vive cerca de mi casa y lo veo allí casi todos los días, si paso por allá. Entonces yo le dije que viera mi correo electrónico y me dijo que lo iba a investigar. Eso es lo último que supe de él.
Cuando la cosa explotó, me enteré de que se enteró que el señor Morris se había ido de vacaciones ‘olvidándose’ que el camión estaba allí y le pidió que enviara a alguien a recogerlo.
Pero, eso no es todo. Los empleados municipales deben pasar una prueba de la Comisión de Ética cada año y como se puede ver en la foto de esta página, el Sr. Morris lo tomó en febrero de este año; debe estar aún fresco en su mente. Una regla es que no pueden trabajar para cualquier empresa que tiene un contrato con la ciudad mientras que sea empleado de la Ciudad de Lawrence.
Bueno, élhaestado conduciendoun camión de remolquede Sheehanquientieneun contrato con elDepartamento de Policía deLawrence. Yo estaba tratandodurante tressemanas de obteneruna foto de élconduciendo el camión, porque me siento obligada aprobar las cosas como estamás alláde toda duda razonable, pero al ver queiba a escribir sobre elcamiónde la ciudad siendo utilizado para uso privado, decidí ir y preguntar yo misma yRobertSheehan me lo confirmó.
Greg Morris no cree en las reglas y el respeto a la ley. Este es el mismo empleado de DPW que fue despedido por el Alcalde William Lantigua por descargar nieve en el canal, algo prohibido por la Agencia de Protección Ambiental. Luego, el 10 de febrero del 2014, fue contratado de nuevo por el Alcalde Dan Rivera en una posición que no fue anunciada públicamente y, al parecer, con privilegios especiales.
Ahora ve por qué le llamo el Muchacho de Oro. ¿Puede oler que algo más podría estar en el fondo?
Antes de que se me olvide… otra vez
Omití la semana pasada una aclaración sobre la historia que escribí la semana anterior sobre el trabajo que New England Veterans Liberty House ha estado llevando a cabo con los veteranos que asisten. Yo erróneamente acredité el trabajo a American Veteran Environmental Corp., la empresa de J. T. Torres, un simple error que merece aclaración.
Feria del Libro en Lawrence
Siempre espero ansiosa la Feria Internacional del Libro en Lawrence porque es algo que pone a nuestra ciudad a un nivel diferente de lo que la mayoría de la gente está acostumbrada a leer o escuchar. Autores de todo el país, así como algunos de países extranjeros se reúnen para vender sus libros y ofrecer presentaciones educativas sobre su área de especialización.
La Feria del Libro comenzó como parte de Semana Hispana hace nueve años y el Rev. Joel Almonó, pastor de la Iglesia Grace Episcopal ha sido un líder extraordinario consiguiendo estar al frente por los últimos años. Como siempre, la selección de escritores participando ha sido de la más alta calidad y las declamaciones y exposiciones que nos trajeron han sido algo a lo que la mayoría de los lawrencianos no tienen acceso normalmente – especialmente gratis.
Esto es algo se hace sin dinero, con la dedicación y el trabajo no remunerado de unos pocos soñadores y contando con el patrocinio de muy pocos negocios locales. Es de gran regocijo ver cómo la Feria está creciendo en calidad y número de asistentes. Rumbo siempre ha cooperado todo lo más posible y seguiremos haciéndolo porque se necesita, aun más hoy que se extendieron a la juventud. El ejercicio que se llevó a cabo en la escuela secundaria con cientos de estudiantes – futuros escritores – acentúa la necesidad de seguir apoyándola.
El esfuerzo es titánico y tenemos mucho que agradecer, por eso me llena de tristeza tener que hacer una crítica constructiva porque reconozco el trabajo que han hecho. La crítica negativa duele y la reacción normal es el rechazo y tratar de explicar las razones por las cuales sucedieron pero, usted podría pensar que después de todos estos años han conseguido aprender a hacerlo. Al parecer, no. En la primera noche en el 198 de Garden St., el sistema de sonido resultó siendo un lío enorme. Nada se probó antes del inicio del evento y no funcionó y lo mismo ocurrió al día siguiente en el Senior Center.
Los micrófonos eran prácticamente inexistentes y apenas se podía oír lo que se hablaba. Y las luces… ¡Qué desastre! En lugar de exigir que quien iba a ser el encargado de las luces debía permanecer estacionado allí para hacer los cambios necesarios a tiempo, los encargados se alejaban hasta que los oradores pedían que las encendieran porque no podían leer en la oscuridad.
Allí estaban los fastidiosos fotógrafos habituales que se paran ante la cara de los personajes sin tener en cuenta al público u otros fotógrafos, pero eso no es culpa de los organizadores. Lo digo solamente para que sepan que no deben bloquear al resto del público.
El sábado por la noche, lo que siempre esperamos con entusiasmo, es la cena de gala en el Templo Masónico, ya que tiende a ser una gran noche. ¡La comida no pudo estar mejor! El Pez Dorado se lució con ese menú, mejor que nunca.
Para esa noche, Rumbo compró 11 entradas que compartimos con amigos. Como las mesas eran de 10, lo único que tenían que hacer era poner una silla adicional, después de todo, era una cena estilo buffet. (Sí, gala y cena estilo buffet no deben ir juntas en la misma frase. No sé por qué siguen llamándola así.) Bueno, nuestra mesa tenía sólo nueve sillas. Se lo dije a dos de los organizadores y su respuesta fue venir a contarlas como si yo me hubiese equivocado.
Esto es igual que la Semana Hispana; no importa cuántos años han estado haciéndolo, que no tienen una lista de verificación para asegurarse de que los errores de los años anteriores no sean cometidos de nuevo. Uno que yo considero muy serio fue cantar el Himno Nacional de la República Dominicana en la ceremonia de clausura. Si había invitados de tantas nacionalidades, al igual que los residentes de Lawrence que no son exclusivamente dominicanos.
No puedo finalizar sin hacer notar el libro con el programa. Me pregunto qué pensarán esas figuras literarias de ese libro que está repleto de errores gramaticales. Si por un lado esta Feria pone en alto a nuestra sociedad, por el otro estamos dejando ver quiénes somos y no es halagador.
Tenemos que aprender a apreciar las críticas y sacarles provecho, no simplemente insultarnos por lo que nos dicen.