Escuela Arlington
Posiblemente motivado por la crisis creada en Flint, Michigan con la contaminación hallada en el agua de las escuelas, el Gobernador de Massachusetts Charlie Baker recientemente tomó acción. El Gobernador procuró dos millones de dólares e invitó a los sistemas escolares de todo el estado que quisieran verificar la calidad del agua en sus escuelas y Lawrence fue una de las primeras ciudades en solicitarlo.
El resultado ha sido que encontraron rastros de plomo y cobre en siete bebederos en la Escuela Arlington en el norte de la ciudad y el Superintendente/Receptor de las Escuelas Públicas de Lawrence Jeffrey Riley ordenó que fueran cerrados de uso hasta resolver el problema. Estas medidas no han sido requeridas por el estado sino que están actuando con un exceso de precaución para salvaguardar la salud de los estudiantes, la facultad y el personal.
El Superintendente Riley envió una carta a todos los padres con fecha 29 de junio explicando la situación y el motivo para esta decisión.
Varias estaciones de agua embotellada han sido colocadas en todo el edificio para el uso de los estudiantes y personal de la escuela y los lavamanos están claramente marcados que no son para beber agua de ellos. Esta ha sido una medida provisoria tras de ver los resultados devastadores que esa contaminación produjo en Michigan. Los niños afectados por el plomo pudieran tener muchos problemas de aprendizaje por eso es imprescindible encontrarlo temprano como parece haber sido aquí.
993 escuelas de Massachusetts han aprovechado esta oportunidad. El programa está siendo supervisado por la organización Massachusetts Department of Environmental Protection (MassDEP), la agencia que vela por la calidad del medio ambiente en este estado.