Si bien es triste haber perdido a otro edificio histórico en Lawrence, tenemos que admitir que es algo bueno que el incendio lo haya destruido porque era una monstruosidad. Tal vez ahora algo beneficioso se podrá hacer por la ciudad.
Estoy incluyendo una gráfica con la historia de los pagos de impuestos de este dueño de la propiedad desde el 2002. Es difícil de entender que simplemente dejaron de pagar sus obligaciones sin ser llevado ante un juez o tener la propiedad adquirida por expropiación forzosa. En cambio, se le permitió la acumulación de más de $5 millones en deuda.
Esto fue sólo una muestra de muchos propietarios y arrendadores de barrios marginales que eran negligentes en su compromiso y, finalmente, los edificios fueron consumidos por el fuego, adquirida por la ciudad en lugar de impuestos o simplemente demolidos para borrar la cuenta pendiente – como ocurrió con dos edificios en Jackson St., junto al Río Spicket.
Hoy en día es un terreno baldío, pero en 1996 había varias familias viviendo en esos hogares y tuvieron que mudarse para poder arrasarlos. El propietario, un ex concejal de la ciudad, debía alrededor de $50,000 y decidió dárselos a la ciudad en vez de pagar.
A pesar de que el Representante Estatal José Santiago y el Presidente del Concejo Joseph Quartarone, dieron una batalla, la
Alcaldesa Patricia Dowling insistió en la demolición de ellos en lugar de venderlos.
No podíamos entender eso, tampoco. Si un residente se atrasa con un recibo de agua, la ciudad tiene el derecho de sumar la factura a los impuestos a la propiedad, recibiendo más adelante lo endeudado. Si no pagan el impuesto a la propiedad, se puede colocar un gravamen sobre la propiedad y si quieren refinanciar o vender, la ciudad recibe su dinero. ¡Por supuesto, no va a ser por muchos años antes de que tomen acción legal!
El Alcalde Dan Rivera tiene una oportunidad dorada para hacer algo grande. Eso es una propiedad envidiable junto al río que podría producir buenos ingresos fiscales.