Mi reciente solicitud de FOIA
Ha habido tanta controversia sobre el hecho de que el jefe interino de policía William Castro se quede en casa y cobre su salario que solicité los registros de todos los empleados colocados en licencia administrativa con goce de sueldo de las últimas tres administraciones en virtud de la Ley de Libertad de Información.
Mi solicitud consistía en la decisión de Dan Rivera, Kendrys Vasquez y Brian DePeña de seguir este camino con los trabajadores de la ciudad. El propósito de esto es poner fin a los conceptos erróneos y las mentiras porque me dijeron que el procedimiento normal cuando un empleado es puesto en licencia es que debe recibir el SALARIO COMPLETO mientras se lleva a cabo una investigación.
Hasta ahora, la única respuesta que he recibido es que esos son registros antiguos y que ya no existen. Estamos hablando de documentos de personal de no hace mucho tiempo que se supone que deben conservarse indefinidamente.
Si no los recibo para el viernes, 17 de enero, enviaré una queja formal a la oficina del Fiscal General.
Los cambios en el “nuevo” Comité Escolar
Me acabo de dar cuenta de que el título de la petición de autonomía incluye la frase “…al salir de la sindicatura estatal”. Eso significa que no se incluirá en las próximas elecciones municipales. Aun así, elegiremos a seis miembros del Comité Escolar en noviembre por distritos a menos que suceda algo y el estado nos devuelva las escuelas antes de eso, lo cual dudo.
En medio de toda esta controversia, no se ha mencionado cuándo el estado devolverá las escuelas a Lawrence.
El fin de la DEI
En los últimos años, hemos visto a grandes corporaciones abandonar sus políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), y con la administración entrante, este movimiento está en las noticias.
A partir de 2020, las corporaciones adoptaron este sistema para aplicar la equidad en sus contrataciones. Pronto descubrieron que contratar a alguien bajo la etiqueta de DEI era un error si no tenía las calificaciones adecuadas para el trabajo para el que fue seleccionado.
Ya Walmart anunció que va a abandonar esta práctica.
Muchas empresas que se unieron a Walmart fueron John Deere, Ford, Toyota, Harley Davidson, Black & Decker y Bud Light. Están eliminando la DEI porque también se dieron cuenta de que estaban gastando muchos millones de dólares y no estaban logrando el objetivo esperado: una base de empleados diversa pero calificada.
En los últimos años, Walmart ha trabajado para aumentar la cantidad de proveedores que son al menos el 51 % propiedad o están administrados por una mujer, una minoría, un veterano o una persona LGBTQ.
Un artículo interesante sobre Walmart en la revista Newsweek dice: “La compañía confirmó sus planes de dejar de usar los términos “LatinX” y “DEI” en las comunicaciones oficiales, no continuará con el Centro de Equidad Racial que fundó en 2020 y prohibirá cualquier producto sexualizado o transgénero comercializado para niños”.
Esos resultados a nivel nacional son una llamada de atención de que la DEI no funciona. Si alguna vez se ha preguntado por qué la matrícula en las universidades es tan alta, un artículo de opinión de Howe Carr en el Boston Herald nos mostró lo costoso que puede ser mantener la DEI, y nosotros pagamos por ello.
El Sr. Carr enumeró algunos de estos puestos en la Universidad de Massachusetts y sus salarios, y agregó: “Pero es una escuela estatal, así que el dinero no es un problema”. Entre ellos:
Directora de Estrategia de Personas, Carolyn es una “persona sociable” con $453,966.45.
La Dra. McGriff fue contratada el año pasado en un puesto de $325,000, que se considera un puesto de nivel inicial. Supervisa un personal de 16 personas, entre ellas un “vicerrector asociado” ($271,830 al año) y dos “vicerrectores adjuntos” ($128,000 y $120,000, respectivamente). Por cierto, el vicerrector adjunto (que cobra $128,000) tiene “horario de oficina relacionado con el clima”.
PBS y NPR, “medios financiados por el gobierno”
No hemos oído hablar de otra batalla en curso en Washington: la desfinanciación de la Corporation for Public Broadcasting (CPB).
Desde el primer mandato de Donald Trump, ha estado tratando de eliminar los $535 millones que el gobierno aportó a través de la CPB a la National Public Radio (NPR) y al Public Broadcasting System (PBS). El Congreso debatirá la posibilidad de desfinanciar a la CPB de los $575 millones del presupuesto de este año, pero con Elon Musk y Vivek Ramaswamy buscando hacer enormes recortes presupuestarios, los resultados son difíciles de predecir.
Parte del argumento a lo largo de los años ha sido que el gobierno no debería apoyar a ningún medio porque va en contra de la Primera Enmienda de la Constitución. Tal como están las cosas, muchos críticos afirman que gran parte de la cobertura producida por sus estaciones se basa en idiosincrasias izquierdistas.
Hay otros que dicen que la calidad de la programación de estas estaciones es superior a la de las estaciones comerciales regulares porque no tienen que preocuparse por vender anuncios. La respuesta a eso siempre ha sido que, si su programación es mucho mejor, no deberían tener problemas para vender tiempo de emisión, como todos los demás.
Un artículo en The Western Journal afirma: “NPR dice que solo el 1 por ciento de su presupuesto anual proviene de fuentes federales. Pero según sus cifras, la emisora obtiene mucho más de fuentes gubernamentales de lo que deja ver.
Para el año fiscal 2020, las estaciones afiliadas de la emisora recibieron el 8 por ciento de sus ingresos provienen de asignaciones federales a través de la Corporación para la Radiodifusión Pública.
También recibieron el 10 por ciento de colegios y universidades, que a su vez están financiados con fondos públicos, y otro 5 por ciento de los gobiernos federales, estatales y locales. Eso es el 23 por ciento, no el 1 por ciento.
Por su parte, PBS obtiene aún más de fuentes gubernamentales o afiliadas al gobierno.
En su sitio web, la emisora de televisión dice que obtiene el 15 por ciento de sus ingresos del gobierno federal, el 13 por ciento proviene de los gobiernos estatales, el 3 por ciento de los gobiernos locales y el 8 por ciento de las universidades, lo que representa el 39 por ciento.
Musk tiene toda la razón. Tanto NPR como PBS reciben un apoyo financiero sustancial de fuentes gubernamentales, por lo que es completamente justo y preciso etiquetarlos como “medios financiados por el gobierno”.
Eso me lleva a la petición local de los productores de radio que quieren que la administración de Brian DePeña comparta con ellos parte del efectivo disponible para los comerciantes de Lawrence.
Si el estado de ánimo en Washington es permitir que las estaciones de radio estén libres de influencia política, ¿ha pensado que esta ciudad puede meterse en problemas por hacerlo? Además, esos fondos están destinados a los residentes y las empresas de Lawrence, y Lawrence no tiene una estación de radio.
Inauguración fuera de la vista
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está a pocos días de ser juramentado el día de la inauguración. En el período previo al gran momento del 20 de enero, los gigantes tecnológicos y los líderes de Wall Street han extendido cheques abultados para el comité inaugural de Trump. En el último recuento, se han recaudado la pequeñez de $170 millones, superando con creces el récord de Trump de 2017 de $107 millones.
Según FirstPost.com, en 2009, Obama recaudó 53 millones de dólares en donaciones privadas, aunque luego había rechazado dinero de lobistas, corporaciones o comités de acción política y había limitado a los individuos a $50,000. En 2013, el fondo inaugural de Obama recibió $44 millones. Antes de eso, George W. Bush recaudó $40 millones para su toma de posesión en 2001, y sus partidarios donaron $42 millones en 2005 para su segunda toma de posesión. Bill Clinton recaudó $33 millones en 1993 y $30 millones en 1989.
El Comité Conjunto del Congreso para las Ceremonias Inaugurales se hace cargo de los costos restantes, que incluyen la construcción del elaborado escenario en el lado oeste de los terrenos del Capitolio y el almuerzo oficial del Congreso para el nuevo presidente y vicepresidente.
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