Un punto de vista Por Paul Montesino

Por favor, Camine Con Nosotros
Un punto de vista © 1996
Por Paul V. Montesino, PhD, MBA, CSP.

Estoy seguro de que estoy diciendo la verdad cuando afirmo que en los veintiocho años que llevo escribiendo mis Puntos de Vista nunca le he pedido que haga algo por mí o cualquier otra cosa que no haría por usted mismo o para usted mismo. Bueno, este es uno de esos momentos.

Este mes, el vigésimo día para ser exactos, celebramos la Pascua de resurrección. Hace aproximadamente dos mil años, un hombre que caminó por esta tierra, fue crucificado y eventualmente matado en un lugar llamado Gólgota, fuera de las murallas de la ciudad de Jerusalén. Y esta es la persona a la que le invito a caminar conmigo. No era mera coincidencia que Jesús pudiera alimentar una multitud que asistía a sus eventos con solo cinco panes y dos peces.

Jesús caminaba con sandalias humildes o simplemente descalzo como lo hacían la mayoría de los que conocía, y no le importaría estar en compañía de ladrones y delincuentes de poca monta. Trató de salvar sus almas. Hay un alma amorosa en el corazón de cada ser humano, y puede tocarla si toma su mano y caminan juntos.

Es evidente en estos días que hay quienes pueden no ser ladrones o delincuentes de poca monta, y merecen caminar acompañados de alguien como Jesús. Desafortunadamente, no son muchos los que quieran verse en compañía de ladrones o delincuentes, lo sean o no.

Pero Jesús fue más allá. Decidió poseer y asumir la responsabilidad por los pecados de esos ladrones y delincuentes de poca monta, liberándolos del pecado. Y esa es también otra petición suya: por favor, hágase responsable de los pecados de la humanidad, incluso si usted no los cometió. ¿Fácil? Por supuesto que no, pero Jesús no querría que camináramos con él si no estuviéramos dispuestos a dar ese paso tan difícil. Sería un mundo mejor para todos nosotros, no solo para algunos de nosotros. 

Durante el período del Imperio Romano, miles fueron crucificados, pero solo uno, la crucifixión de Jesús condujo a una resurrección que llamamos Pascua.

Habrá algunos que perseguirán conejos en sus patios y buscarán huevos enterrados en la tierra el día de Pascuas para celebrar, pero perderán la oportunidad de caminar con el hombre de Jerusalén. No deje pasar esa oportunidad. Únase a mí y camine conmigo y con este hombre de Jerusalén llamado Jesús. Los que sufren no tienen por qué estar ni caminar solos. Merecen nuestra compañía y nuestro apoyo. La Pascua es sobre la resurrección y el amor.

Comencemos a caminar. 

¡Qué tenga una feliz Pascua de resurrección! 

Y ese es mi punto de vista hoy. Agur.