Por Padre Joel Almonó
Apreciado Néstor,
Conocí acerca de usted cuando el periodista y locutor Pedro Sabino en un rotativo semanal realizó una entrevista a cinco líderes locales con respecto a su visión de la Ciudad de Lawrence, uno de estos fue usted. Leí con detenimiento sus planteamientos, de esto lo que más nos llamó la atención fue su conocimiento en el área de los negocios y su visión sobre el futuro de la ciudad a partir de llegadas de inversionistas que apostaran por la ciudad.
Al inquirir sobre su persona, las referencias fueron unísonas, todos coincidieron en señalarle como una persona seria y de respeto en la ciudad. Era imperioso conocerle y tomé la decisión de acercarme a usted. En nuestra conversación inicial su tema consistió: “los problemas de la ciudad”, la forma de enfocarlos, su forma abierta, casi descarnada al referirse al trabajo de algunos servidores públicos, su visión del futuro y el deseo vehemente de ser parte de las soluciones. Sin lugar a dudas comprendí que la diplomacia no es su fuerte sino la sinceridad.
Ese deseo de ser parte de las soluciones, le llevó a levantar su voz tomando como canal la radio local, para desde esa tribuna lanzar “rosas o espinas”. Aquellas actuaciones que usted observó cómo plausible recibían rosas, y espinas para aquellas que usted entendió fueron deleznables en el comportamiento cívico y público de los ciudadanos de Lawrence. Huelga decir que esto afectó a más de uno y usted sembró espinas en algunos curcos que todavía no florecen.
A no pocos usted sorprendió lanzándose al ruedo político y optar por la candidatura a alcalde de la ciudad en el reciente torneo comicial. Igual número le vio escasa posibilidades de alcanzar el solio municipal. Para algunos era una empresa que estaba más allá de sus posibilidades, para otros, su imagen no era potable. Nos intrigó el porqué, si usted no había sido concejal, ni alcalde, por ende su tasa de rechazo era prácticamente nula. Amén de que un grupo selecto de afectos y decididos voluntarios tomaron para sí su oferta electoral y la hicieron suya y la ofertaron a la ciudadanía.
También fue sorpresa la cantidad de votos que fueron sufragados a favor su candidatura, lo cual alentó un buen comienzo para usted, pero me temo que la política es de oportunidades, es el arte de lo posible, es la toma del poder, lo cual se construye no de un día para el otro, el trabajo debe ser constante, indetenible, de las veinte y cuatro horas que tiene el día, el político a tiempo completo necesita treinta para poder construir su liderazgo. Me temo que ese es un “lujo” que usted no se dio, ni podrá darse. Entonces caro amigo, lanzaste tu dardo al blanco, no hizo diana en el círculo esperado, pero si se incrustó en uno de los círculos de la ciudad de Lawrence, es decir su oferta llegó a un electorado que dio su voto porque creía en sus ofertas de cambio y transformaciones.
¿Que hará con aquellas esperanzas que fueron depositadas en sus palabras y en su persona? ¿Volverá a intentar una nueva postulación, o simplemente pasará la antorcha a nuevas generaciones?
Debe pensarlo bien. Si decide abandonarse en ese camino salpicado de “espinas” como es la política, porque deberá aprender a sonreír en medio de la tristeza, y para colmo de males usted ni sonríe, tiene que prometer todo, aun a sabiendas que cuando llegue al poder tendrá que mentir porque no podrá hacer todo lo que prometió. Y hasta donde le conozco usted no duerme cuando tiene una deuda y no la ha saldado, no importa si esta es moral o pecuniaria.
Por último necesitará construir un liderazgo de más arraigo en la población, esto así porque una nueva generación emergente empieza a abrirse paso y reclamar espacio que ahora mismo está ocupado por líderes que dominan todo el espectro electoral lawrenciano. Por ende su liderazgo no puede ser emergente ni transicional, si no logra insertarlo en el presente inmediato, no logrará hacerlo potable, porque a la salida natural de los líderes actuales, usted saldrá también con ellos del escenario político local por fuerza de osmosis.
Apreciado Néstor, el devenir del quehacer político ha cambiado mucho, ahora toda la plataforma electoral no se mueve por los ideales, ni las luchas de conquistas sociales, mucho menos por el bienestar de todo un pueblo; todo eso desapareció con la muerte de las ideologías. El clientelismo y el populismo son las nuevas categorías políticas que han trastocado los cimientos del quehacer político en el mundo. Sus pruritos políticos no son comunes, son escasos en estos días, pero si aún así decide continuar su senda por esta vía, recuerde las palabras del poeta Antonio Machado, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. No importa la senda que decida tomar, no debe tomar la senda de volver atrás, “porque no hay camino, sino estelas en la mar.”