Deje que el pasado nos sirva de guía

Rumbo Editorial
Rumbo Editorial

En breve, Lawrence estará envuelto en la selección de un nuevo jefe de policía así como de un nuevo superintendente escolar. Esto nos trae memorias de lo que fueron similares selecciones durante los años 1999 y 2000. Nos referimos a las selecciones de John Romero como Jefe de policía en 1999 y de Wilfredo Laboy en el 2000. Ambos durante la administración de la Alcaldesa Patricia Dowling (1998-2001).

Recordamos las comparecencias ante el concilio de la Ciudad de Lawrence, una vez que Romero fue seleccionado como uno de los finalistas para la posición, y las presentaciones que él hacía sobre su experiencia después de dos décadas en el Departamento de Policía de la Ciudad de New York, acreditándose la eliminación del grafiti en los trenes te la ciudad.

Romero fue elegido Jefe de Policía de Lawrence para el regocijo de la ciudadanía, especialmente la de habla hispana. ¡Al fin tenemos un jefe de policía hispano!, decían muchos. Pronto Lawrence se llenó de grafiti, al punto que DPW se vio en la necesidad de adquirir un equipo especial para eliminarlo.

Otro de los éxitos de Romero fue el de crear una fuerza para combatir la violencia doméstica, las gangas y el fraude del seguro, que estaba enriqueciendo a más de una docena de quiroprácticos que, de momento, habían abierto oficinas en Lawrence para tratamiento a personas que se habían sido lesionadas en accidentes automovilísticos. Mientras los accidentes continuaban aumentando, la ciudadanía se quejaba del alto costo del seguro de auto.

Meses después de creada esta fuerza, una abuelita resultó muerta en uno de esos ‘accidentes’ y pudo comprobarse que días antes, había estado reclutando voluntario/as en el Senior Center para que fueran con ella en el auto, que iba a chocar, y recibirían cierta cantidad de dinero. Costó la pérdida de una vida, para que los seguros de autos en Lawrence se estabilizaran, no fue por la fuerza creada por Romero.

El día 12 de septiembre de 2012, un auto chocó contra un poste eléctrico frente a nuestra casa. Nos costó 45 días el obtener el reporte de la policía de Lawrence y dos meses recopilar toda la información necesaria que aparece en un artículo titulado ‘Anatomía de un Encubrimiento’. Les recomendamos leerlo. Puede encontrarlo en la edición de Rumbo 396, de fecha noviembre 8, 2012.

Por suerte el chofer salió ileso y fue llevado a su casa por el patrullero que respondió al accidente. Nosotros conseguimos ser interrogados por la Policía de Lawrence por orden de Romero. El solo estaba interesado en saber quién nos dijo que el chofer accidentado había sido visto bebiendo en un popular bar de la ciudad.

El 17 de julio de 2000, Wilfredo Laboy fue aprobado 6-1por el Comité Escolar, a pesar de carecer de experiencia en educación secundaria. El también vino de New York, donde se desempeñaba como asistente de superintendente en Brooklyn, convirtiéndose en el primer Superintendente Escolar latino en Lawrence, para regocijo de la población latina. ¡Por fin tenemos un superintendente escolar latino! dijeron muchos.

Laboy comenzó con un contrato de 3 meses y un salario de $130,000.00 y la condición de que debía residir en Lawrence. En una entrevista que le hicimos, nos confesó que Lawrence no tenía una casa para un hombre de su calibre, por lo que decidió adquir una en el vecino Methuen por $430,000.

Una residencia de esa naturaleza necesita mantenimiento, lo cual Laboy, para resolverlo, utilizaba personal del departamento escolar. También utilizaba el personal técnico para distintas instalaciones, según nos informaban nuestras fuentes.

El 15 de octubre 2004, la Escuela Superior de Lawrence fue acreditada de nuevo por el estado, algo que elevó la credibilidad de Laboy ante la ciudadanía, después de que se reportó que había fallado tres veces un examen de literatura básica, aunque muchos creemos que tuvo ayuda la cuarta vez que lo intentó y lo aprobó.

Por razones de espacio, no relatamos todas las quejas que Rumbo trajo al dominio público sobre los abusos cometidos por Laboy a través de los años. Hasta la Unión de Maestros tomó un voto de no confianza en contra de él. Muchos en la comunidad, especialmente puertorriqueña, nos acusaron de ser anti-puertorriqueños.

En abril 2010, Laboy fue despedido por el Comité Escolar luego de conocerse que había sido encausado por cargos de fraude y malversación incluyendo el uso de empleados y recursos del Departamento Escolar. Laboy fue juzgado y condenado a cumplir 90 días en una casa de corrección seguido de un año de arresto en su casa y 600 horas de trabajo comunitario.

Esperamos que los que ofendimos, hoy nos hayan perdonado. No era nada personal, solo reportábamos los hechos y los que están encargados de seleccionar al Nuevo Jefe de Policía y al Superintendente de Escuelas, tengan en mente en lo que pueden convertirse las promesas de los aplicantes.