Desde Mi Esquina: Febrero 8, 2016

Historia de tres cuentos

Los rumores y chismes a menudo conducen a ninguna parte, pero cuando los oponentes políticos empiezan a decir las mismas cosas quizás deberíamos escuchar.  Ese es el caso del movimiento para revocar al alcalde (conocido comúnmente como “el recall”) dirigido por el abogado Louis Farrah, el Secretario de la Ciudad, y el ex seguidor de Dan Rivera James Patrick O’Donoghue.  Las historias, escuchadas por separado, no tienen mucho sentido, pero cuando se combinan sugieren una historia de engaños, trucos electorales e intriga política digna de una novela de suspenso.  Los votantes inteligentes de Lawrence deben preguntar cuánto de estas historias son verdaderas, y exigir respuestas.  Aquí están las historias contadas por sus narradores:

Todos sabemos que el Secretario de la Ciudad y el Alcalde no se llevan bien. Es de conocimiento común que Rivera quiere despedirlo citando su rendimiento en el trabajo, pero no ha intentado hacerlo porque no tenía los votos del concejo.  Tal vez este es el trasfondo para las siguientes acusaciones, o, tal vez, son verdaderas.  El Secretario de la Ciudad argumentó hace meses que el alcalde despidió al ex coordinador bilingüe Rafael Tejeda porque era un seguidor de Lantigua.  Le pidieron al trabajador electoral Richard Reyes que tomar esa posición, pero se negó.  El alcalde, supuestamente, lo regañó y le dijo que él pensaba que podría estar en su “equipo”.  Poco después, el trabajador electoral Danny Taveras renunció.  El alcalde contrató a dos trabajadores electorales de su elección personal sin la participación del Concejo Municipal.  Uno podría inferir que Frandy Matos y Sonia García estaban jugando en el “equipo” del Alcalde.

El Secretario se quejó a su sindicato que estaba siendo presionado por el Alcalde.  El Alcalde lo llamaba todos los días durante el recall.  El alcalde lo presionó a no emitir las peticiones de revocación durante la temporada de elecciones.  El Alcalde lo presionó para que las firmas de las planillas del recall fuesen revisadas inmediatamente, y lo presionaron para emitir las peticiones de revocación antes de las Navidades, cuando la recogida de firmas sería difícil.

Los trabajadores electorales fueron acusados por los solicitantes que las firmas fueron certificadas demasiado rápido, pero no demasiado rápido para encontrar que el esposo de la trabajadora electoral Sonia García había firmado dos veces.  Según ella, las firmas son falsificaciones.  ¡Tal vez ella está correcta!  Como verá más adelante, aunque muchos peticionarios afirmaron haber firmado dos veces, este es el único caso en que se documentaron las dos firmas.  Si las firmas fueron fraudulentas, podemos suponer que los peticionarios realizaron la falsificación.  ¿O podemos?  El relato del ex candidato a la alcaldía James Patrick O’Donoghue puede hacer que usted se pregunte si no fueran los partidarios del alcalde quienes hicieron la falsificación.

Nunca sabremos si estas firmas fueron falsificadas, pero sí sabemos que Sonia García de repente renunció a su puesto de trabajo cuando los peticionarios comenzaron a investigar el proceso de certificación.  Dos historias se cuentan sobre su renuncia, nadie sabe cuál, o si alguna de ellas, es cierto.  En una historia, ella renunció porque su marido había, de hecho, firmado el recall y el Alcalde Rivera quería que se fuera.  En la otra, ella renunció porque fue presionada para falsificar firmas, a no certificar firmas legítimas, y temía que ella era ahora parte en el fraude electoral, un acto criminal.  ¿Es una de esas historias verdaderas?  Todas pueden ser fácilmente ser desechadas a excepción de la historia de James Patrick O’Donoghue que detallaré más adelante.

Luego viene la historia de los peticionarios del recall según dicho por Danielito Guzmán.  Los peticionarios sin duda no tienen ninguna razón para compartir buenas historias sobre el Alcalde.  El grupo de Guzmán examinó los resultados de la certificación.  Los peticionarios del recall se opusieron a la Junta de Registradores por no certificar cientos de nombres.  Afirman que al menos ciento cincuenta nombres coinciden con los formularios de registro de votantes de manera idéntica, sin embargo, no fueron certificados.  Asimismo, reconocen que la certificación puede dar lugar a errores, pero no ver 150 coincidencias exactas parece más intencional que accidental.  Incluso si los errores fueron accidentales, si cometieron 150 errores de ese tipo, ¿cuántos otros errores hicieron?  También afirman que las firmas rechazadas por aparecer dos veces en las peticiones, sólo aparecen una vez, y que más nombres fueron rechazados en las peticiones posteriores que en las iniciales.  No hay ningún documento que muestre dónde aparecen las dos versiones de la misma firma.  Los peticionarios afirman que esta aberración estadística no es normal y refleja una intención de no certificar las firmas suficientes para desencadenar una elección de destitución.

Tal vez estas objeciones pueden ser fácilmente ignoradas por ser simples resentimientos del lado perdedor, excepto que parece haber quejas por otros que corroboran estas afirmaciones.

James Patrick O’Donoghue fue uno de los cinco candidatos a la alcaldía que se aliaron para apoyar la candidatura de Danny Rivera a la alcaldía.  Fue recompensado por su apoyo con un nombramiento a la Autoridad de Reconstrucción de Lawrence (LRA).  En diciembre pasado él alega que habló en contra el alcalde cuando el alcalde publicó los nombres de los peticionarios en Facebook.  Los oponentes de Danny se dieron cuenta de que tan sólo unas horas después de que la Junta dio a conocer sus resultados Danny no sólo publicó un comunicado de prensa diciendo que el recall había fracasado, sino que también tenía una base de datos en funcionamiento en el internet. (Muchos dicen que no podría haber hecho esto tan rápido, a menos que los resultados del recall le habían sido filtrados a él por una fuente interna del departamento de elecciones.)

Además, O’Donoghue proporciona detalles de una reunión el 18 de noviembre del 2015, cuando los trabajadores de campaña de Rivera conspiraron para firmar fraudulentamente nombres a la petición de revocación de modo que todo el proceso podría ser descartado por fraude.  El relato de O’Donoghue debe ser favorable al Alcalde, ¿no cree?  Bueno, sí, excepto que Danny Rivera está ahora sacándolo de la LRA.  ¿Es la eliminación de O’Donoghue del LRA por venganza porque O’Donoghue habló en contra del alcalde, o es que la historia de O’Donoghue, ahora sale a la luz como venganza por los esfuerzos del alcalde por removerlo?

Las afirmaciones de O’Donoghue de conspiración para cometer fraude, las quejas de los peticionarios de firmas no certificados, las afirmaciones del secretario de la presión política y la influencia de los trabajadores del Departamento de Elecciones, la repentina renuncia de la trabajadora electoral cuyo esposo aparentemente firmó las peticiones, y el rápido acceso del alcalde a los nombres certificados y los resultados así como la demanda de buscar todas las falsificaciones sugieren que puede haber más verdad que ficción en estos cuentos.

Aquellos de nosotros que huimos de dictaduras y elecciones manipuladas en nuestros países de origen por las elecciones libres de los Estados Unidos merecemos más de lo que esta revocación nos da.  Necesitamos respuestas, y tienen que estar bajo juramento.  Si las respuestas confirman la integridad de nuestro proceso, entonces seremos dichosos. Si revelan fraude, los autores deben ser revelados y rendir cuentas.  Una cosa que sé con certeza es que merecemos algo mejor que las dudas persistentes hacia la integridad de nuestros votos.

 

El caso de O’Donoghue

El caso de James P. O’Donoghue fue escuchado por un juez del Tribunal Superior de Newburyport el jueves, 4 de febrero. El juez no actuó a la ligera para desestimar el caso como la Ciudad solicitó. El juez le está permitiendo la oportunidad de responder a la moción de los demandados para desestimar la causa y el memorando en oposición a su solicitud a través de una medida judicial.

La Ciudad preguntó si podían juramentar a la nueva persona designada a lo que el juez respondió: “Yo no haría eso todavía!” Le dijo además al abogado que representa a la ciudad que no había necesidad de apresurarse a hacerlo porque se trata de una autoridad de reconstrucción y esto puede esperar.

 

El discurso del Alcalde

            Por favor tómese su tiempo para leer el estado de la ciudad del Alcalde Dan Rivera en la página 2.  Como es demasiado largo lo publicamos solamente en inglés.  Es posible estar de acuerdo o no con algunas de las cosas que dijo esa noche; he encontrado una serie de imprecisiones que creo que debo señalar. El Alcalde Rivera dijo que los dos “recalls” fracasaron; el primero se está librando a través de los tribunales – muy lejos de haber fracasado. El segundo no se continuó en vista de los hallazgos con el primero. Nunca tuvo la oportunidad de fallar.

El Alcalde Rivera también da crédito a su administración con los éxitos en el sistema escolar cuando el gobierno de la ciudad no tiene nada que ver con ello. Y la parte sobre el crimen… Nunca creo las cifras emitidas por el departamento de policía o de la ciudad porque hay demasiados delitos que no se denuncian o mal clasificados. Le recomiendo que lea la página 7 sobre la tasa de criminalidad de Lawrence según aparece en www.neighborhoodscout.com

 

SEIU rechaza contrato

La unión de Supervisores de SEIU rechazó el insultante contrato ofrecido por Rivera 18 no, y 4 sí. Viene a demostrar que las amenazas, la coerción y la coacción, junto con la falta de respeto realmente no son una buena manera de conseguir que los empleados hagan un esfuerzo adicional.

 

Otro símbolo de la arrogancia

Abel Vargas, durante las horas de trabajo llevó su auto para darle servicio, en Commonwealth Honda. Luego se fue a dar una vuelta probando otro y puso un depósito en un coche nuevo.

Esta imagen fue tomada el viernes, 5 de febrero a las 1:24 p.m.  Lo llamé a su número de la oficina para confirmar que estaba allí y le dije que la foto había sido tomada y me la habían enviado. Él tenía su número de teléfono de la oficina remitido a su teléfono celular. Su respuesta fue que trabaja largas horas y la ciudad le debe tiempo libre.

Probablemente es correcto pero esta arrogancia es típica de esta administración. No están preocupados por mantener las apariencias.