Huelga de enfermeras de Dana Farber
Las enfermeras del Instituto del Cáncer Dana Farber en Methuen se declararon en huelga la semana pasada. Como paciente que visita ese centro cada dos semanas, durante los últimos dos meses, me hicieron conocer sus reclamos y su esperanza de no llegar a este punto.
Las enfermeras anunciaron que estarían fuera solo un día el 27 de septiembre y recibí una carta de la administración indicando que sería un paro laboral de un día.
La carta decía en parte: “Valoramos a nuestros colegas de enfermería y apreciamos enormemente su papel vital al brindar una atención excepcional al paciente. Todos compartimos el mismo objetivo: luchar contra el cáncer y ayudar a las personas a vivir una vida más larga y saludable. Si bien estamos decepcionados de que la MNA haya elegido esta acción, todavía esperamos llegar a un acuerdo justo y equitativo con nuestras enfermeras”.
En cambio, fueron excluidos. Si bien los ejecutivos dicen que “valoran” a su personal de enfermería, estas acciones demuestran lo contrario.
Los miembros de la Asociación de Enfermeras de Massachusetts (MNA), en su búsqueda de un contrato justo, dijeron que se les paga un 45% menos que las enfermeras de Dana Farber en Boston.
La carta también decía: “Tenemos un plan operativo detallado para continuar tratando a los pacientes y brindar atención segura y de alta calidad a todos los que la necesiten”.
Ciertamente planearon que enfermeras itinerantes ocuparan sus lugares y no hubo diferencia en la atención y la experiencia. Pero esto fue muy costoso porque Dana Farber tuvo que pagar sus salarios, alojamiento y seguridad.
El jueves, varios agentes de policía controlaban el tráfico y dejaban pasar a los pacientes para sus citas. Todo eso se podría haber ahorrado. Afirman que el Instituto del Cáncer Dana-Farber tuvo unos ingresos para este año de 1.500 millones de dólares.
Recuento electoral
En la edición del 8 de septiembre describí la forma en que Germinudy Rosario, candidata al Concejo Municipal del Distrito F, fue negada a participar en el proceso electoral debido a ciertas anomalías en sus formularios de nominación. Se encontraron errores que deberían haberse hallado al momento de presentarlos al Departamento Electoral y la Junta de Registros se negó a permitirle aparecer en la boleta.
Esa es la historia corta. Debería leerlo para darse cuenta de que no estaban haciendo su trabajo de comprobar que todo estuviera en orden.
Afortunadamente para todos nosotros, Germinudy no se quedó de brazos cruzados. Había hecho sus deberes y no podía creer que solo 39 de sus amistades fueran a votar ese día. Ahora tenemos pruebas de que algo anda muy mal con ese departamento.
Frederick Díaz es otro candidato al concejo general que trabajó duro en su campaña y esperaba obtener resultados mucho mejores que los votos resultantes. “Estoy convencido de que hubo manipulación de votos en el Departamento Electoral”, me dijo.
Frederick gastó mucho dinero en propaganda; tocó cientos de puertas y todas las semanas fue entrevistado en programas de radio sobre sus planes para la ciudad. Quedó impactado con los resultados y también está detrás del movimiento para hacer un recuento de todo el bloque electoral.
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