Este 15 de mayo, Rumbo celebra otro año desde que comenzó. Es cierto que el tiempo pasa muy rápido y nos sorprende ver que ya han pasado veintitrés años. Durante ese tiempo, hemos aprendido muchas cosas.
Es difícil comprender dónde los años han ido excepto por las memorias que dejaron, los preciosos eventos que cubrimos, la maravillosa gente que hemos conocido y los buenos amigos que encontramos en el proceso.
Conocemos a esta comunidad mucho mejor que antes. Cubriendo eventos ha sido la forma más fácil de ver nuestras diferencias y también las similitudes. Ansiamos y trabajamos por las mismas cosas en la vida y cuando nos tratamos con respeto, vemos que somos iguales sin importar qué idioma hablamos.
Cuando examinamos ediciones viejas, podemos ver caras familiares, eventos que cubrimos hace varios años que parece como si fuera ayer. Hemos visto a niños nacer y crecer. Hemos visto y hemos reportado de sus éxitos. Esa ha sido nuestra mayor recompensa.
Desde el comienzo, nuestra motivación ha sido el concentrarnos en las noticias locales del Valle de Merrimack, especialmente de Lawrence, nuestra casa. Veintitrés años más tarde, nuestro interés no se ha desviado y nos sentimos orgullosos en trabajar duro para traerles buenas noticias acerca de nuestros vecinos y de romper la barrera del lenguaje que algunas veces nos separa.
Vinimos a vivir a Lawrence hace muchos años porque nos gustó la ciudad. A medida que aprendimos ‘cómo funciona’, llegamos a sentir un profundo respeto por su historia y deseamos contribuir para que futuras generaciones aprecien lo que dejemos atrás.
Cuando comenzamos, el futuro era inseguro; nadie podía predecir el éxito, particularmente cuando ninguno de nosotros es periodista ni sabíamos cómo publicar un periódico pero la necesidad de información local existía y nos aventuramos.
Como inmigrantes, cabe decir: ¡Nadie es profeta en su tierra! Eso no ha cambiado; todavía no somos periodistas, pero nuestros corazones están en el lugar apropiado esperando que esta ciudad sea un poquito mejor porque Rumbo estuvo aquí una vez.
Gracias a todos los que han ayudado a que estos veintitrés años hayan sido una experiencia tan bella. Ya sea con sus anuncios, escribiendo para nosotros, o simplemente estando disponible cuando buscábamos alguna información, la gente de esta ciudad fomentan nuestro compromiso de continuar haciendo todo lo mejor que podamos.