De pequeños nos contaban que la mujer había sido creada usando una costilla del hombre y se basaban en las antiguas escrituras que así lo decían. Tenemos que confesar que nunca vimos tales escrituras aunque si sabemos que por siglos, la mujer ha sido tratada como tal.
La primera celebración del Día Internacional de la Mujer se realizó el 19 de marzo de 1911 en Europa, específicamente en los países de Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, y su conmemoración se ha venido extendiendo, desde entonces, a otros países y continentes.
En sus inicios, finales del Siglo XVIII y principios del XIX, el movimiento obrero mantenía una posición tradicional de corte patriarcal en relación con la igualdad de la mujer y sus reivindicaciones. Será a mediados del Siglo XIX cuando los movimientos reivindicativos de la mujer tomen fuerza: lucha por el sufragio femenino, la reivindicación de la igualdad, la denuncia de la opresión social, familiar y laboral.
Aunque el Día Internacional de la Mujer se celebraba el 8 de marzo en todo el mundo no lo era en Estados Unidos. No fue hasta el año 1994 cuando Beata Poźniak, una actriz inmigrante de Polonia, reivindicara, mediante solicitud al Congreso de Estados Unidos (H.J. Res. 316) el reconocimiento del Día Internacional de la Mujer en Estados Unidos el 8 de marzo.
El Día Internacional de la Mujer ha adquirido a lo largo del Siglo XX una dimensión mundial para las mujeres del mundo. El movimiento internacional en defensa de los derechos de la mujer es creciente y es reforzado por la Organización de Naciones Unidas. La ONU ha celebrado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer y ha contribuido a que la conmemoración del Día Internacional de la Mujer sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica.
No cabe duda que en este último año el movimiento femenino ha avanzado mucho. Unidas, han logrado, no sólo a ser oídas, sino creídas en cuanto al acoso sexual, la violencia y la discriminación en contra de ellas que por tanto tiempo han estado sometidas. Han derribado altares y figuras internacionalmente conocidas del mundo artístico y el mundo de la noticia con sus denuncias que en un principio a todos nos parecían increíbles.
Queremos unirnos a los millones que sentimos gran admiración por el coraje que han presentado ante el mundo.