Texto y fotos: Everson Taveras
En honor y cariñosa memoria de los muchos trabajadores del calzado que definieron y establecieron a Haverhill como una de las mejores ciudades del mundo para la artesanía del calzado, la Comisión Histórica de Haverhill, en conjunto con el Concejo Cultural de Haverhill, dedicó una placa de bronce, junto con varias fotos históricas, el 26 de octubre en un sitio cerca del extremo oeste de Granite Street.
Al gran develado de la placa que tuvo lugar cerca del estacionamiento de MVRTA, asistieron una gran cantidad de público a pesar del frío, el cual se amplificó con el pasar del tiempo por los fuertes vientos.
Entre los asistentes estaban concejales de Haverhill, funcionarios públicos, trabajadores de zapatos, algunos de los cuales se acercaron al micrófono para compartir algunas palabras sobre las dificultades, los inviernos fríos y feroces veranos de trabajo en las fábricas de calzado.
“Ver a la gente que no podían hablar el mismo idioma ayudarse mutuamente contribuyó en gran medida a que en Haverhill se fabricaran algunos de los mejores zapatos que el mundo jamás haya visto”, dijo Joe Bevilacqua, un ex trabajador de zapatos. “Ellos se enorgullecían de lo que hacían, en ayudarse unos a otros en un momento en que el dinero era escaso y la comodidad era un lujo.”
Justo debajo de la placa de bronce brillaban fotos históricas de la era de los trabajadores del calzado de Haverhill, cada una representa el carácter tumultuoso y apasionado de los trabajadores de esa industria, una época que Shirley Campbell, de 91 años de edad, recuerda bien.
“Recuerdo cuando trabajaba en las fábricas de calzado durante la Segunda Guerra Mundial cuando tenía 16 años, simplemente agradecida por el empleo. Trabajábamos 48 horas, ganando unos 6 dólares a la semana, lo cual era suficiente para nosotros poder vivir”, dijo Campbell.
El evento fue organizado por la Comisión Histórica de Haverhill, cuyo propósito y existencia es estar al servicio de la preservación de la historia de Haverhill. Con la ayuda de una subvención del Concejo Cultural de Haverhill, junto con las fotos proporcionadas por la Biblioteca Pública de Haverhill y un espacio donado por Joe Costanza, administrador de MVRTA, el homenaje fue posible gracias a los mismos esfuerzos que unidos a los muchos inmigrantes trabajadores del calzado de aquella época.
“Me siento orgulloso y honrado de reconocer el esfuerzo de los trabajadores del calzado que hicieron de Haverhill la gran ciudad que es hoy”, dijo el Alcalde James Fiorentini.