Por Alberto Surís
Este año, la Fiesta de los Tres Santos cumple 94 años de establecida y muchas tradiciones se han iniciado durante este tiempo. Entre ellas, el de la familia Sapienza, que tres generaciones de ellos aparecen en nuestra portada. Un abuelo, un padre y una recién nacida.
El abuelo no solo comenzó la tradición sino que forma parte del grupo de la Sociedad de San Alfio, el hijo trajo a su pequeña hija, asegurando con esto que ella, cuando crezca, mantendrá la tradición del abuelo y de su padre y cada año acudirá, en unión de otros, a buscar la guía y protección de los tres mártires, Santos Alfio, Filadelfo y Cirino.
Otra tradición que destacamos en nuestra portada es la Tradición de la Familia DiMarca que ya cuenta con más de 40 años de establecida. Todos los años, los Tres Santos, en su recorrido por las calles de Lawrence, hacen una parada muy especial frente a la casa de Doña Agata DiMarca en la calle Newbury, en Lawrence.
Queríamos saber quién era Agata DiMarca y fuimos adonde su hijo, Nunzio DiMarca para que nos contara: “Agata DiMauro, mi madre, nació el 4 de diciembre de 1917 en el pueblo de Motta Santa Anastasia, Provincia de Catania en Sicilia. Ella era la más pequeña de 5 varones y 2 hembras”, nos dijo y continuó.
“El 14 de febrero de 1941 se casó con Don Andrea Giuseppe DiMarca y tuvieron 4 hijos, Nunzio, Orazio, Anastasio y Carmelo. En aquella época, mi madre tenía una hermana viviendo en Lawrence que la embulló a venir para América donde había muchas oportunidades para todos.
Gracias a la ayuda del entonces Senador Bill Wall y del Congresista Morse, buenos amigos de mi tía, se nos facilitó a la familia completa la entrada a este país, algo que no era fácil en aquellos días. Abordamos el buque Saturnia rumbo a América, como todo inmigrante, llenos de ilusiones. Yo tenía 12 años, Orazio 10, Anastasio 3 y Carmelo, el más pequeño, solo 6 meses.
A los 3 días de arribar a Lawrence, mi madre comenzó a trabajar de costurera en Grieco Brothers, donde casi todos los empleados eran italianos. A la hora del almuerzo, mi madre iba a la casa a darle el pecho a mi pequeño hermano Carmelo.
Fueron muchos años de sacrificio, donde ellos, nuestros padres estaban muy atentos a nuestra educación. Los que estábamos en edad escolar, íbamos a Holy Rosary Grammar School en la calle Summer, 6 días a la semana. La Directora nos enseñaba inglés, además, dos de mis hermanos y yo hablamos español.
A principio vivimos en la calle Common y más adelante compramos la casa de la calle Newbury donde todavía vive mi madre.
Aunque hace más de 40 años que contribuimos económicamente con la Sociedad de San Alfio no fue realmente hasta hace unos 30 años que a Carmelo, mi hermano menor y un grupo de sus amigos se le ocurrió la idea de hacer un rollo con los billetes y pasarlo como han visto en las fotos, a los miembros de la Sociedad. Siempre se determinó que, como yo era el hijo mayor, sería el encargado de pasar el dinero.
Tengo que añadir que desde pequeño, mi nieto Nicholas Fosman ha sido el encargado de engrapar los billetes y por primera vez, fue él quien hizo el anuncio y mostró el rollo de dinero antes de pasarlo a mis manos.
De más está decir que luego de pasar el dinero a la Vara y se marchara, nos reunimos todos en la casa, familiares y amigos a disfrutar de la comida preparada por Ágata, la nieta. Éramos más de 30 y teníamos mucho que celebrar, además de un año más de una exitosa Fiesta de los Tres Santos, estábamos celebrando por anticipado que el 4 de diciembre 2017 Agata, nuestra madre, cumple ¡100 Años!”