Todos los años por esta fecha, en la Ciudad de Lawrence lleva a cabo una marcha seguida de una vigilia para recordar a las víctimas de la violencia doméstica. Lo que propulsó esta marcha anual fue el asesinato premeditado y a sangre fría de una mujer, en traje de novia el día que disponía a casarse, por un hombre que creía que ella no podía ser de nadie, sino de él como si fuera un objeto.
El año pasado, durante la vigilia llevada a cabo después de la marcha, once velas fueron prendidas a nombre de las respectivas víctimas. Este año, puede contarlas en la foto de la portada, 19 velas fueron encendidas.
Recién, y organizado por los sobrevivientes de violencia, acabamos de llevar a cabo y por primera vez un Día de Recordación por las víctimas de asesinatos que han ocurrido en Lawrence desde 1974 hasta 2014, 114 en total. Mientras la organizadora del evento rezaba para que fuera la última víctima, al día siguiente sucedió otra más. Es algo que luce no tener fin.
Y después de esto, ¿qué? preguntaba el Rvdo. Víctor Jarvis. ¿Cuándo va a terminar esta violencia?
Esa misma pregunta la hizo el Padre Joel Almonó al terminar la marcha el año pasado y propuso que para la próxima marcha, las madres vinieran acompañadas de sus hijos. Tenemos que empezar a prestar más atención a la crianza de nuestros niños, deben saber que esos abusos existen y que son un error, dijo Almonó.
Ahora nos preguntamos, ¿cuántas madres prestaron atención a lo que el Padre Almonó dijo el año pasado?