Por José Ayala
Toda política, primero, es local. Si los demócratas quieren ganar en Lawrence tendrán que limpiar la casa de traicioneros. Si quieren ganar Washington, tendrán que hacer “America Great Again“.
Desde hace un tiempo las especulaciones en Lawrence sobre dirigentes demócratas traicioneros se hacen más evidentes para transformarse en hechos fácilmente evidentes y demostrables. Si no lo cree, pregúntele al Alcalde Dan Rivera cuando, siendo una de las cabezas más visibles del Partido Demócrata en Lawrence, decidió apoyar con toda su maquinaria al Gobernador Republicano Charlie Baker en contra del candidato oficial Jay González, seleccionado por el partido que Rivera representa en esta zona.
En cualquier diccionario eso es definido como TRAICIÓN. Otros dirigentes demócratas, algunos de ellos también miembros del Concejo Municipal, prácticamente se esfumaron como por arte de magia durante los últimos días antes de las elecciones de noviembre pasado y, aun así, el pueblo votante manifestó su castigo a la traición y los traicioneros diciéndole “NO” a Dan Rivera y sus concejales títeres.
Sí, amigos. Charlie Baker perdió en Lawrence contra Jay González. Y como castigo y burla pública, de las 34 ciudades y pueblos que tiene el Condado de Essex, precisamente Lawrence fue el único lugar en donde Charlie Baker perdió (7,593 votos para González vs 7,477 para Baker). Y entendí ese apoyo de Rivera y otros líderes locales demócratas a Baker. El hombre no lo ha hecho mal como gobernador. El asunto es que tenemos roles diferentes. Aunque usted y yo, quizás seamos demócratas, no somos dirigentes del Partido. Aunque seamos demócratas, no somos el Alcalde de una ciudad precisamente de mayoría demócrata.
Un alto número de demócratas no estamos contentos con los dirigentes demócratas de Lawrence. Son altaneros, hipócritas, ambiciosos, insensibles, abusadores del poder que les hemos entregado y, en ciertos casos, incluso la credibilidad de algunos ha sido cuestionada en uno que otro medio de prensa o redes sociales.
Algunos de ustedes se preguntarán, ¿y por qué traer eso ahora? Y yo respondo como dice el viejo refrán español: “Si las barbas de tu vecino ves arder, pon las tuyas a remojar”. En otras palabras, eso significa que si te pasó algo y ves de nuevo las mismas señales, vete preparando porque ahora se podría repetir en ti.
La diferencia es que ahora podría ocurrir a la inversa. Y ahí es que llega a mi mente Elizabeth Warren y su ruidoso lanzamiento de candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. ¿Quiénes asesoraron a Warren para seleccionar a Lawrence como su escenario de lanzamiento precisamente en la Ciudad donde sus dirigentes demócratas se fueron en masas con un republicano? ¿Qué le garantiza a ella que no será también traicionada por la ambición desmedida de gente que lo que busca es un trabajo en la campaña o posibilidad de un trabajo en Washintgon?
Desde hace meses se especulaba en los pasillos del City Hall que Baker le tenía a Rivera una sillita de cuero preparada en algún despacho en Boston como premio por “su lealtad”. Por gracia o por desgracia, las explosiones de gas cambiaron los planes del Gobernador por lo que Rivera se queda en Lawrence. Esperen el palo traicionero en la espalda. ¡Qué Dios nos encuentre confesao!
Los demócratas contra Trump
Para la presidencia es una historia diferente tomando en cuenta los temas actuales debatidos a nivel nacional e internacional, como el socialismo, los liberales, los extremistas de izquierda. Esa es precisamente mi preocupación. Por eso, Sanders es un candidato débil en las actuales circunstancias. Los republicanos lo atacarán y lo compararán con Maduro, Cuba, Rusia y los liberales. Si Maduro cae este o el próximo año, Trump lo tomará como su victoria, a menos que lleven a Trump a juicio.
El hecho de que de las 127 mujeres en el Congreso, con 106 demócratas, muchas de ellas milenarias, incluida Alexandria Ocasio-Cortez, que se describe a sí misma como una demócrata socialista como Sanders, puede asustar a los votantes, incluidos algunos demócratas y la mayoría, si no todos, los republicanos. Trump lo sabe y va a usar esa poderosa arma contra los demócratas.
Recuerde que Trump también es un maestro en la manipulación de los medios de comunicación. Ha hecho lo que le ha dado la gana con la prensa, aunque tampoco le sacan el guante de la cara. Se revisaron los planes de estudio de los medios de comunicación en colegios y universidades. Se están escribiendo miles de artículos debido al término fake news que él emplea refiriéndose a cierta clase de periodismo que significa noticias falsas, Let’s Make America Great Again, y más. Para bien o para mal, necesitamos reconocer que el tipo es popular. Él habla de lo que la gente del sur y del medio oeste quiere escuchar.
En mi opinión, los candidatos demócratas deben mantenerse alejados de una agenda de pases gratuitos, como la educación universitaria gratuita para todos (Sanders), la atención infantil gratuita para todos (Warren) y otras agendas socialistas. Estoy de acuerdo con ambos. Desafortunadamente, estas ideas son difíciles de vender a los votantes tradicionales y conservadores.
Sanders y Warren podrían ser buenos presidentes. Sólo deben ser muy cuidadosos sobre cómo exponerse a la izquierda. Trump sabe eso y él es un maestro cuando usa la política del miedo. Mi esperanza es que el informe de Muller se haga público a tiempo y los demócratas buenos puedan aprovecharlo para sacar a Trump del escenario político y Estados Unidos vuelva a ser verdaderamente grande de nuevo.