Por Alberto Surís
Siguiendo la tradición, la directiva del Movimiento Puertorriqueño organizó un día de Reyes Magos en la Biblioteca Pública de Lawrence, donde los famosos Tres Reyes repartieron juguetes a los niños y niñas allí presentes. Los tres Reyes pidieron disculpas ya que por motivos de la nieve no pudieron presentarse el 6 de enero como es costumbre, en su lugar vinieron el 14 de enero, 2018.
Las escenas tradicionales representan a tres “Reyes Magos” visitando al niño Jesús la noche de su nacimiento, en un pesebre acompañado de pastores y ángeles, pero esto debe entenderse como una convención artística que permite las dos escenas separadas de la Adoración de los pastores en la noche de nacimiento y la posterior Adoración de los Magos que se combinarán por conveniencia.
El único relato bíblico en Mateo simplemente presenta un evento en un punto no especificado después del nacimiento de Cristo en el cual un grupo innumerable de “hombres sabios” sin nombre lo visita en una casa, no un establo, con solo “su madre” mencionada como presente. La Nueva Versión Estándar Revisada de Mateo 2: 1-12 describe la visita de los Reyes Magos de esta manera:
En el tiempo del Rey Herodes, después de que Jesús nació en Belén de Judea, hombres sabios del este vinieron a Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el niño que ha nacido rey de los judíos? Porque observamos su estrella al levantarse y han venido a rendirle homenaje”.
Cuando el Rey Herodes oyó esto, se asustó y toda Jerusalén con él; y convocando a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, les preguntó dónde nacería el Mesías. Le dijeron: “En Belén de Judea, porque así ha sido escrito por el profeta: ‘Y tú, Belén, en la tierra de Judá, no eres menos pequeña entre los gobernantes de Judá, porque de ti vendrá un gobernante ¿Quién va a pastorear a mi pueblo, Israel?’”
Entonces Herodes llamó secretamente a los hombres sabios y aprendió de ellos el momento exacto en que apareció la estrella. Luego los envió a Belén, diciendo: “Ve y busca diligentemente al niño, y cuando lo hayas encontrado, dame una palabra para que yo también pueda ir y rendirle homenaje”.
Cuando oyeron al rey, partieron y allí, delante de ellos, iba la estrella que habían visto al levantarse hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver que la estrella se había detenido, se sintieron abrumados por la alegría. Al entrar a la casa, vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres del tesoro, le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. Y habiendo sido advertidos en un sueño de no volver a Herodes, se fueron a su propio país por otro camino.
El Papa San León estableció que eran tres los Reyes Magos que fueron a adorar al niño Jesús guiados por una estrella: Melchor, Gaspar y Baltazar, y que los regalos que llevaban eran oro, incienso y mirra, significando: Rey y Dios Hombre. Estos Tres Reyes son “magos” como su nombre indica.