Origen del desorden moral del siglo XXI Por Tomàs Nùñez, ThD.

Origen del desorden moral del siglo XXI
Por Tomàs Nùñez, ThD.

En este articulo tratamos de reconciliar la psicología con la fe cristiana.
Trataremos de explicar soluciones para males como la ideología de género o la
manipulación de las ciencias.
Estudiar el pensamiento de Santo Tomás de Aquino y acercarlo a la psicología.
Nos sorprende su resultado.

La mentira existencial.
Hay psicólogos que piensan que la “neurosis” tiene su causa en un trastorno del
alma del ser humano. En otras palabras, se trata de una mentira existencial. ¿Qué
significa esto? Sencillamente que la persona se engaña a sí misma y no quiere
reconocer la realidad, no quiere reconocerse como una creatura.
Así, la neurosis es explicada como una rebelión del ser humano ante el hecho
de que es una creatura con muchas limitaciones. El humano se niega a aceptar esta
realidad. Y allí comienzan sus problemas.
Y claro, el origen de todo esto no es más que el pecado original. Nuestra
naturaleza caída -aunque reparada por el sacrificio de Jesucristo- nos impulsa a
convertirnos en norma de nuestra propia conducta y medida de todas las cosas.
Por ello, todos somos potencialmente neuróticos, porque todos podemos
rebelarnos contra lo que somos.
Esto se puede ver claramente en muchas tendencias del mundo presente,
donde la negación de Dios lleva a la negación de todo cuanto testimonia su inteligencia
ordenadora, Su Voluntad de que las cosas sean como son. Por ello vemos a personas
que se rebelan contra lo que son, no se aceptan como creaturas finitas y limitadas.

Creo que “al margen de la neurosis no queda más que el santo”
Por lo tanto, la forma de hacer frente a esta tendencia que tenemos todos los
seres humanos es aceptar que somos criaturas. La auténtica salud del alma se
encuentra en la santidad.
Si el origen del pecado original es la soberbia y cierto egoísmo que nos impulsa
a la rebeldía, la superación de esto viene por el amor. Es a través del amor que los

santos combatieron sus propias limitaciones, se aceptaron como creaturas y asumieron
su dependencia de Dios, su Creador.

El camino es el amor de Dios
Para hacer frente a este impulso de rebeldía del ser humano que termina siendo
causa de su infelicidad, es necesario una revolución interior, un cambio de mente que
sustituya el orgullo por humildad, el egocentrismo por el abandono. Pero esto no puede
hacerse si el ser humano no está movido por el amor auténtico.
Como comenta Martín Echavarría, psicólogo y doctor en filosofía "sólo el amor
de Dios puede colmar las aspiraciones del ser humano". Pero esa aspiración no puede
ser alcanzada por nosotros mismos, sino por la gracia que viene desde lo alto.
El camino de la santidad, con la ayuda de la gracia, es lo que nos permite
superar nuestra tendencia a la rebeldía, nuestra oposición a reconocernos como hijos
de Dios. ¡Es lo que la Iglesia no enseña!

Be the first to comment

Leave a Reply