Como el Departamento de Agua tiene la capacidad para producir mucho más agua potable que la que necesita la ciudad, y cuya calidad –según dicen entendidos en la materia- es similar o superior a la que posee el agua potable embotellada que se expende en los supermercados y otros establecimientos comerciales, el señor Nuncio DiMarca ha planteando que se explore la posibilidad de que la ciudad de Lawrence, a través de un intermediario o de manera directa, embotelle y venda el excedente de agua potable que puede producir.
A pesar de no aparecer en la lista de proyectos sugeridos por el equipo de transición del alcalde, se trata de una propuesta sumamente interesante y valiosa que, en caso de ser encontrada viable -después de un análisis concienzudo y objetivo- su implementación debería declararse prioritaria, ya que podría reportar cuantiosos beneficios para ciudad y de paso ayudaría a hacer frente a dos de los principales males que la afectan: el alto índice de desempleo y la falta de fuentes de ingresos.
El alcalde Rivera, al ser abordado recientemente en el programa radial CrossOver, que conducen la Sra. Dalia Díaz y el propio artífice de propuesta, el ex concejal DiMarca, se ha mostrado muy dispuesto a considerar la idea. La cabeza de la rama ejecutiva del gobierno municipal, incluso acordó con los conductores del reconocido espacio realizar una visita a la ciudad de Ayer, MA que ha implementando una proyecto similar, a los fines de utilizar su experiencia como marco de referencia.
Saludamos esta actitud del alcalde, sin embargo, debemos señalar, no obstante todo ese derroche de disposición exhibido a través de la radio, que la atención que se le ha dado a la idea no se corresponde con la importancia que tiene de la misma. La propuesta no surgió espontáneamente en medio de la referida conversación; Don Nuncio la viene pregonando desde hace tiempo, en público y el privado, y se la ha planteado tanto a funcionarios electos como a funcionarios nombrados, a los cuales les ha parecido favorable; incluso el mismo alcalde la conoce desde antes de ser electo y la ha considerado como una buena idea.
Entonces –y esto es lo que constituye parte del meollo del presente artículo, que debe ser visto como un aporte y no como un “ataque” a nuestras autoridades-, ¿cómo es posible que la idea sea buena, que tenga tiempo rondando en los medios y en el medio y que –probablemente- tenga el potenciar de generar beneficios cuantiosos para toda la ciudad, y aún no se haya invitado a quien la propone a exponerla en detalle, ni se haya creado una comisión, o designado a un funcionario, para que la analice a fondo y a la mayor brevedad posible presente un informe en el que explique si es realmente factible o no? ¿Realmente se cree que la idea es buena, o no? ¿Necesitamos recursos económicos, o no? ¿Queremos crear otras fuentes de ingresos que permitan “balancear” el presupuesto sin necesidad de aumentar los impuestos ni de hacer recortes de personal, o no?
Si la respuesta a las preguntas anteriores es afirmativa, resulta difícil explicar cómo esta propuesta se quedó fuera de la lista de proyectos perentorios para la ciudad elaborada por el equipo de transición; o como el alcalde y el consejo de la cuidad -que también forma parte del gobierno municipal- todavía no han tenido el tiempo para conocerla más afondo y analizarla.
Espero que se me esté entendiendo, no estoy descalificando el viaje a Ayer, ni es la intensión de este artículo “atacar” a quienes en estos momentos dirigen el gobierno de la ciudad -que cuentan con todo mi apoyo-, estoy diciendo que el susodicho viaje, al igual que otras acciones tendentes a implementar o descartar la propuesta en cuestión, ha debido hacerse antes, y que antes de realizarlo, o hacer cualquier otra cosa, lo correcto … lo lógico… lo que se estila es que se escuche a plenitud y de manera formal la propuesta, y no hay nadie mejor para exponerla que el promotor de la misma.
En conclusión, independientemente de que un análisis sin prejuicios y profundo revele la incapacidad de la ciudad para implementar tal proyecto, creemos, al igual que el alcalde y los demás funcionarios a los que se les ha hecho participes del mismo, que es una buena idea, que luce muy prometedora, y que ha debido y debe prestársele más atención: la atención que merece.