Pasan los días, las semanas y la situación de los establecimientos de Market Basket no cambia, si acaso, se complica.
Hemos analizado la situación que existe entre los directores de la empresa, al frente de la cual se encuentra Arthur S. DeMoulas, el cual, con el apoyo de la junta directiva logró despedir a su primo Arthur T. Demoulas.
Desde afuera, la situación luce simple, una decisión corporativa que no debía haber tenido consecuencias de ningún tipo. Todo debió haber seguido normalmente.
La reacción creada por el despido de Arthur T. es una nunca vista en los anales de la historia laboral, ya que los empleados se niegan a trabajar para otro que no sea precisamente el que ha perdido la autoridad de mando en la empresa. Como si fuera poco, los clientes en su mayoría, se han expresado en apoyo a la actitud de los trabajadores.
Este es un dolor de cabeza que estamos seguros que la junta que apoya a Arthur S. nunca pensó que tendría que sufrir.
En eso, el Gobernador Deval Patrick lanzó una rama de olivo al ruedo en forma de carta a todos los miembros, urgiéndolos que resolvieran la disputa ofreciéndose como mediador. Después de decir que él no escogería entre los dos DeMoulas, el pasado miércoles sugirió que los empleados debían regresar al trabajo mientras Arthur T. continuaba su gestión de comprar la compañía.
En las redes sociales, los trabajadores ataron el hecho de que la esposa del Gobernador Patrick trabaja para la firma de abogados que representan a la junta directiva de Market Basket como la razón por la que el gobernador cambiara de opinión, según informó The Lowell Sun.
“Para algunos que aún estén confusos, nuestro mensaje es bien claro: volveremos al trabajo cuando Arthur T. DeMoulas regrese al trabajo con total autoridad o cuando hayan negociaciones serias de vender a él la compañía. No regresaremos al trabajo cuando el Gobernador, la Junta o cualquier otra entidad nos los diga”.