Una buena comida = buena propina
Hace unos treinta años tuve uno de los mejores empleos que haya tenido en mi vida laboral: anfitriona en un restaurante los fines de semana. Verdaderamente disfruté de la camaradería con los clientes y llegué a conocerlos y sus preferencias a la hora de escoger un asiento. También me familiaricé con el personal y cómo el sistema funciona.
A menudo me encontraba a una de las camareras llorando en el baño de mujeres, porque después de esmerarse sirviendo una mesa de 8 ó 10 comensales, le dejaban el menudo que sobró al pagar la cuenta suelto en la mesa. Eso significaba que ella pagó parte de la cena de ese grupo. Me explico: Al final de la jornada, la computadora produce un documento con el total de las ventas de ese día o noche. Eso va en el expediente para su Formulario W-2 al final del año y el Servicio de Impuestos Internos estima que tuvo un total de propinas del 17%. Así, ella terminó pagando impuestos en una propina que no recibió, según el IRS.
Hace unas noches tuvimos una cena maravillosa en Olive Garden en Methuen y cuando la camarera, Danielle, vino a ver si estábamos satisfechos, empezamos a hablar de varias cosas. Siempre he admirado el trabajo que hacen y cuando la calidad de la comida coincide con la del servicio, usted tiene la combinación perfecta de una noche magnífica.
Yo le pregunté sin rodeos acerca los hábitos en esta área con respecto a las propinas y, mientras que ella quería ser sincero, ella demostró satisfacción en el trabajo en general. Ese es un tema que me molesta porque mi experiencia en un restaurante me mostró que dependen de las propinas para sus ingresos.
El personal de servicio en los restaurantes gana un salario muy mínimo por hora y eso es una ventaja para nosotros. Si reciben un salario competitivo con otras industrias, ¿se imagina lo mucho que la comida le costaría? Además, estoy segura de que el servicio sufriría porque no habrá incentivo (propina) para servirle mejor.
Algunos restaurantes ofrecen sugerencias de gratificación en la factura para el 10%, 15% ó incluso el 20% del total, con un 15% siendo en promedio. Tómelo en cuenta la próxima vez que tenga una buena comida y buen servicio – ¡sea generoso! Aun cuando la comida no esté a su gusto, no la penalice a ella.