¿Pueden los padres ser considerados “terroristas domésticos”?
Por Dalia Díaz
Bajo la presente administración eso es lo que está ocurriendo. Cualquiera que ponga en duda las decisiones tomadas por funcionarios gubernamentales, no son dignos de confianza y puede que sean sujetos a arresto, encarcelamiento sin el beneficio de un proceso judicial por semanas y quizá por meses
Un grupo que representa a los comités de las escuelas públicas está pidiendo a la administración de Biden que invoque la Ley Patriota en respuesta a los padres y miembros de la comunidad que se presentan en las reuniones del comité escolar para protestar contra los cambios recientes.
Esos cambios dignos de protesta van desde los mandatos de vacunación, mandatos de máscaras y las enseñanzas de la Teoría Crítica de la Raza (CRT).
Viola M. García, presidenta de la Asociación Nacional de Juntas Escolares (NSBA) envió al presidente Biden una carta diciendo que “los líderes educativos están bajo amenaza inmediata”, por la agresividad de los manifestantes en sus reuniones que se oponen a las políticas de la junta y adoptan otras medidas.
En la carta, la NSBA solicita movilizar los recursos del Departamento de Justicia, Educación y Seguridad Nacional, así como de la división antiterrorista del FBI.
La Ley Patriota fue promulgada por el presidente George W. Bush el 26 de octubre de 2001 para disuadir y castigar los actos terroristas en los Estados Unidos y en todo el mundo, para mejorar las herramientas de investigación de la aplicación de la ley y para otros fines.
El mandato de la máscara forzada ha provocado muchas manifestaciones en todo el país y ahora, los requisitos de vacunación han indignado a muchos más que ven su empleo en peligro y lanzando revueltas violentas en todas partes.
Pero, el mandato con más oposición ha sido el de CRT. Los padres y los grupos comunitarios, en general, se han opuesto enérgicamente a lo que consideran un “lavado de cerebro” de nuestros hijos.
Según Wikipedia, este movimiento comenzó después de la lucha por los derechos civiles para estudiar la intersección de la raza y las leyes en los Estados Unidos para desafiar los enfoques liberales estadounidenses de la justicia racial.
CRT examina cuestiones socioculturales y legales principalmente en lo que se refiere a la raza y el racismo en los Estados Unidos.
Los estudios fueron lo suficientemente sensatos; los problemas comenzaron con la implementación por parte de las escuelas y los maestros, lo que resultó en enérgicas quejas en las reuniones de los comités escolares. Sus hallazgos deben enseñarse en las escuelas como todos debemos aprender sobre la esclavitud, pero solo con el objetivo de comprender la historia y mantener a este país unido.
En cambio, se está utilizando con niños muy pequeños en los grados K-12 y lo que está creando es odio y división entre ellos. Con los niños más pequeños, los maestros separan a los estudiantes por raza y discuten cómo los estudiantes blancos son los opresores, mientras que los estudiantes negros son retratados como víctimas. Los estudiantes mayores pueden entender el concepto, pero a cualquier edad crea animosidad y odio.
Desde la era de los derechos civiles, este país ha hecho todo lo posible para lograr la igualdad de derechos y oportunidades para todos. Pero parece que vamos hacia atrás. Este movimiento está creando las divisiones entre razas que dejamos atrás. Las universidades están celebrando ahora graduaciones separadas para diferentes grupos raciales a petición de los estudiantes negros; muchos también han establecido dormitorios separados para adaptarse a los grupos culturales dentro de sus instituciones. ¿Qué pasó con la unidad? La frase de “racismo sistémico” es muy utilizada y el único punto de referencia data de la historia.
Al Secretario de Educación, Miguel Cardona, se le preguntó en CNN si los padres deberían ser los principales accionistas de la educación de sus hijos y respondió que “los padres son partes interesadas importantes, pero también creo que los educadores tienen un papel en la determinación de los programas educativos”.
Los padres permiten que los sistemas escolares elijan el programa educativo y los enviamos a la escuela para que se eduquen, pero CRT no tiene nada que ver con la historia. Señalar las diferencias entre nosotros y aplicar una etiqueta negativa en algunos de ellos solo inspirará resentimiento e incluso violencia.
Si miramos a nuestras propias familias, encontramos que tenemos un arco iris de colores. Eso me recordó una entrevista con Stuart Varney, un comentarista británico sobre el tema de la CRT. Dijo que su familia inmediata tiene tres razas, dos religiones (cristianos y hebreos) y siete antecedentes culturales. Le preocupa que su nieta negra escuche que sus tres hermanas son sus opresoras porque tienen el privilegio de ser blancas.
Eso es exactamente lo que está sucediendo hoy en las escuelas públicas y los padres tienen todo el derecho a saber qué se les enseña a sus hijos. Ciertamente, la violencia no es la respuesta, pero debemos hacer que los sistemas escolares entiendan que desaprobamos la enseñanza de las disparidades raciales que solo podrían conducir al caos y la división.
Los padres tienen el derecho fundamental de decidir el tipo de educación que desean para sus hijos y ahora, el FBI estará observando las reuniones del comité escolar para escoltar y detener de inmediato a cualquiera que se enoje.
Ahora escuchamos que hay un gran conflicto de intereses en esta orden dada al FBI porque la hija del Procurador General Merrick Garland está casada con Xan Tanner, co-fundador de Panorama Education, una compañía con sede en Boston que está siendo criticada por sus contratos multimillonarios con las juntas escolares.
Durante meses, los padres han estado luchando contra lo que describen como adoctrinamiento de la izquierda en las escuelas. Panorama Education utiliza la recopilación de datos como pretexto para que los funcionarios escolares impulsen ideas controvertidas sobre raza, identidad y sexualidad.
Recientemente, descubrieron un contrato para Panorama por más de $2 millones para realizar el monitoreo del aprendizaje social y emocional (SEL) en Virginia, lo que resultó en datos sobre los estudiantes. Parecían centrarse de manera más general en el comportamiento social y la salud emocional, pero también incluían contenido sobre la raza.
El “aprendizaje social y emocional” (SEL) y la formación “culturalmente receptiva” se han convertido en palabras de moda aparentemente inofensivas en la educación, pero a los críticos les preocupa que sirvan como conductos para las ideas de izquierda sobre raza e identidad.
No prevemos que eso suceda en Lawrence porque la mayoría de los padres nunca han asistido a una reunión del comité escolar y desconocen por completo lo que significa CRT o el peligro que representa para este país.
A lo largo de los años he comentado sobre la participación del público en temas locales. Estoy consternada por la falta de preocupación y eso incluye ir al aula del niño para observar lo que está aprendiendo.
A menos que aprendamos a estar alerta sobre todo lo relacionado con nuestra salud, seguridad y libertades, lo perderemos todo, incluyendo nuestros hijos.
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