Merrimack Valley YMCA acaba de terminar un proyecto muy ambicioso con las renovaciones y adiciones de Andover/North Andover Branch. La super moderna adición es algo que llama la atención de cualquier persona que viaja por la Ruta 133. Ahora, se están preparando para crear algo similar en la sucursal de Lawrence con una adición en la esquina de las calles de Lawrence y de Lowell. La recaudación de fondos ha comenzado y nuestra comunidad estará igualmente de orgullosa de los resultados.
Los cambios en el interior del edificio antiguo han sido tremendos para acomodar el programa Adelante! Así como los programas después de la escuela disponibles para los niños más pequeños. El antiguo Centro de Bienestar (el Wellness Center) ha desaparecido para ampliar el área de los niños y el equipo se encuentra ahora en la antigua cancha de baloncesto a la derecha en la entrada.
Hay mucha emoción por los planes, pero eso no ha detenido el progreso en la programación. Daniel Halloran, el director ejecutivo de la Subdivisión de Lawrence, contrató a Jaycob Morales como Director de Deportes y Bienestar, confiando en que sería un gran activo para la organización. Ahora está a cargo de todas las clases de baile, la guardería infantil, ayuda con la tarea y programas deportivos.
Conocer a este joven de 24 años fue más de lo que esperaba. Recientemente graduado de Wheaton College of Liberal Arts con una licenciatura en Economía, Jaycob recibió numerosas ofertas de trabajo de Nueva York al oeste de Massachusetts, pero eligió permanecer en su comunidad, cerca de casa y ser el modelo que nuestros niños necesitan.
Jaycob elogia a sus padres Isabel Ortíz y Rafael Morales por mantenerlo centrado, dándole la educación de moralidad y respeto. “Fue principalmente mi madre y mi abuela quienes me inculcaron responsabilidad por mis acciones, respeto y a no decir malas palabras”.
Otra gran influencia en su joven vida fue Steve Martínez en el Boys and Girls Club donde participó desde que tenía 7 años. “Steve me enseñó la lección más importante que es averiguar las razones de los fracasos. Cuando fallaba en un examen, él me explicaba cómo mejorarla.”
Entonces, un día se convirtió en parte de la tragedia de cuatro niños ahogándose en el Río Merrimack en diciembre del 2002. “No teníamos nada que hacer y decidimos ir al río”, explicó. El hielo no estaba lo suficientemente grueso y cuando su amigo William se cayó, trató de ayudarlo y terminó en el agua, también.
Iván Casado, de 9 años, logró salir del agua y fue a buscar ayuda. Jaycob fue rescatado, pero sus cuatro amigos permanecieron bajo 8 pies de agua por más de 10 minutos y no se pudieron salvar.
Los cuatro muchachos eran Guillermo Rodríguez, 11, Mackendy Constant, 8, Víctor Báez, 9, y Christopher Casado, 7, hermano de Iván. Fueron declarados muertos en los hospitales a donde fueron llevados.
Esa experiencia vive con él cada día forjando la idea de prevenir que otros niños entren en situaciones peligrosas porque carecen de actividades después de la escuela. Por eso, la Y de Lawrence es el lugar correcto para él.
Jaycob es también un producto de Bellesini Academy y Central Catholic antes de ir a Wheaton College.
Cuando se le preguntó sobre cuál es el peor problema para Lawrence, dijo: “Percepción. Nosotros, los residentes de esta ciudad sabemos que no es así, pero la gente de afuera de Lawrence le encanta atacar a la ciudad porque no nos conocen”.
Y Jaycob está por cambiar eso. Él tiene una meta: ayudar a diez personas cada año. No tendrá ningún problema en cumplir ese objetivo.
Más sobre el Wellness Center
La Y de Lawrence siempre se esfuerza por ayudar a los miembros con el uso adecuado del equipo o el tipo de ejercicio necesario para lograr su propósito de acondicionamiento físico. Elías Tavares ha estado allí por cerca de 15 años educando a las personas mayores sobre los beneficios del ejercicio. Elías insiste en que él ejercita por razones de salud – ¡para mantenerse saludable!
Recientemente, Jeanette Irizarry se les ha unido por las tardes. Jeanette es una entrenadora personal y su historia es contagiosa. Empezó a ir a un gimnasio en Puerto Rico después de tener cuatro hijos y no podía perder peso. Su marido, que era un ávido de ejercicio, le aconsejó que fuera con él a levantar pesas. Ella se negó a hacerlo porque “tuve la idea equivocada acerca de los beneficios de levantar pesas”. Obviamente, la convenció y se en seguida comenzó a ver los resultados.
Eventualmente, Jeanette se convirtió en entrenadora y ella es una inspiración para las mujeres en la Y de Lawrence.
