Semana Hispana está en todo su apogeo. Han terminado los certámenes de belleza; disfrutamos del VIP lunch el viernes, 5 de junio y desde ese mismo día comenzaron Las Noches, que por varios días nos llevan a través de distintos países por viajes imaginarios conociendo sus culturas y terminando, luego de tres días de celebración, en el Parque Campagnone con el ya famoso desfile marcado para llevarse a cabo el domingo, 14 del corriente mes de junio.
Bajo el lema de Juntos en Armonía, cada año, Semana Hispana ha tenido varios lemas de acuerdo con la ocasión, tales como “Cruzando el Puente” que, aunque resultara una tarea difícil, ese puente llevaría al éxito a generaciones futuras, así como “Enlazando con tu Comunidad”, para afianzar los lazos de unión, amistad y cooperación entre tantos pueblos hermanos.
“Mirando la Cara de la Esperanza” es el lema escogido de este año y se basa en llevarles un mensaje de esperanza a niños que padecen de cáncer tanto como a sus padres y familiares. Un mensaje de que Semana Hispana y una comunidad entera están aquí para apoyarlos, que no están solos en la batalla contra ese flagelo que azota a tantas familias.
Semana Hispana seleccionó a Grismar Estévez, de 7 años de edad, como representante del mensaje de esperanza. En 2013, pesando 83 Lbs. y con largo cabello negro, Grismar fue diagnosticada con leucemia y sometida de inmediato a tratamientos de quimioterapia intensiva. En un mes, Grismar había perdido 49 Lbs., su apetito y todo su pelo. Lo único que la quimioterapia no pudo borrar fue su sonrisa espontánea y su fe en Dios. Aunque aún bajo tratamiento, Grismar está en remisión.
Como todos los años, Semana Hispana ha seleccionado a sus Mariscales del Desfile. Esta vez la elección no pudo ser más acertada, tratándose de Evelyn y Radamés Marrero, padres del que en vida se llamó Radamés Jr. y todos cariñosamente le llamábamos Chungo. Chungo falleció a muy temprana edad, víctima de un tumor canceroso en el cerebro.
Apoyamos a Semana Hispana y sus directivos por la orientación que este año dieron al festival, que sin abandonar el aspecto festivo, extendieron una mano amiga a los que sufren de tan terrible mal. Ahora sabemos que al final, todos juntos, ganaremos la batalla.