SISU: Un lugar de esperanza y renovación
Por Dalia Díaz
Lawrence es una ciudad pequeña llena de sorpresas agradables si mira a su
alrededor. A veces, en los lugares menos esperados, encuentra talento, trabajo duro e
historias de éxito que elevan su corazón a un sentimiento de esperanza y admiración.
Pasamos por el antiguo edificio Lawrence Plate and Glass en 417 Canal St. con
un solo letrero, SISU, y apuesto a que la mayoría de la gente no tiene idea de qué ha
sido de la antigua tienda y qué sucede adentro. YouthBuild Lawrence de SISU es un
programa de desarrollo juvenil establecido hace treinta años por el ex superintendente
de la Lawrence Family Development Charter School Ralph Carrero, quien tuvo un
sueño, y esto es en lo que se ha convertido.
Ser invitada a una celebración navideña con el personal y los jóvenes miembros
fue un privilegio. El aprendizaje recibido me llenó de orgullo de que un lugar así exista
en nuestros confines. Después de un breve relato, puede apreciar las fotos y entender
mejor lo que crean allí.
Puede parecer un centro de recreación o un club para jóvenes, pero deben
adaptarse a muchas reglas para asistir. Dependiendo de su comportamiento, podrían
ganar beneficios o incluso dinero. Uno de esos beneficios es que un barbero que viene
una vez a la semana les corte el pelo para cuidar de su apariencia.
Pueden jugar con juegos de video, jugar al billar, crear y grabar su música, así
como quedarse tanto tiempo como quieran. Son jóvenes que abandonaron la escuela a
una edad muy temprana, algunos se involucraron en pandillas y otros pasaron un corto
tiempo en la cárcel. SISU los mantiene alejados de los problemas y de esas influencias
negativas de las calles.
Algunos de estos miembros obtuvieron su equivalente de la escuela secundaria,
y conocí a un joven que asiste a la Universidad Estatal de Framingham, lo cual no es
un caso aislado.
Aprenden habilidades de carpintería que son tan importantes para el futuro
empleo. Muchos de ellos no conocían las herramientas o ni siquiera cómo sostener un
martillo. Ahora, mire las sillas Adirondack en la imagen; todas hechas por ellos. El
objetivo es capacitarlos para el futuro empleo.
El taller de serigrafía tiene una imprenta de cinco cabezales donde aprenden
técnicas valiosas. Imprimen camisetas para grupos locales como Greater Lawrence
Technical School y Lawrence Police Department. Además, la máquina de bordar de 8
cabezas también hace un trabajo profesional para los equipos locales.
En el estudio de grabación, aprenden a escribir y programar sus creaciones,
teniendo la oportunidad de trabajar con la última tecnología de grabación, inculcándoles
los sueños que muchos a esa edad tienen de ser famosos.
Me presentaron la realidad de los estudiantes que no tienen hogar y que tenían
dificultades para lavar su ropa para estar presentables en SISU. Crearon un “laundry
room” con varias lavadoras y secadoras para evitar faltar a la asistencia.
Durante la pandemia, hubo una emergencia para unas niñas que tenían bebés y
no podían encontrar fórmula. El personal corrió la voz y recibió donaciones de fórmula
para sus bebés, cunas, asientos de auto y todo lo demás. Creció hasta el punto de que
continúa hasta el día de hoy, y tienen una sala llena de donaciones para cuando sea
necesario.
El baloncesto de SISU atrae a muchos jugadores, con 250 registrados. Su
práctica se lleva a cabo en los gimnasios de Lawrence Prospera en 400 Haverhill St. y
580 Haverhill St. Los entusiastas del baloncesto locales que dirigen el programa son: el
director del programa de SISU, Dan Halloran, y el coordinador del programa, Luis
Pérez.
El personal del programa de baloncesto de SISU es más que entrenadores y
árbitros. Son mentores, modelos a seguir, administradores de casos y trabajadores de
extensión. Están capacitados en el estilo SISU, guiando a los jugadores en la toma de
decisiones sólidas tanto dentro como fuera de la cancha. Enseñan comunicación, cómo
manejar conflictos y gestión del tiempo. Si bien no son profesionales en esa materia,
saben cuándo hacer preguntas y cuándo escuchar; y saben que no todos los
problemas comienzan y terminan en la cancha.
Están capacitados para reconocer cuando un jugador está actuando o
reaccionando en respuesta a un trauma en su entorno, y están preparados para ayudar
a ese jugador a manejar sus emociones de una manera positiva y prosocial. Tienen un
terapeuta en el personal para manejar las necesidades psicológicas de los miembros.
Una visita a la cocina me deparó otra sorpresa cuando me dijeron que sirven
más de 6,000 comidas diarias a escuelas charter y otros lugares.
Financiados principalmente por subvenciones, los instructores siguen un plan de
estudios diseñado para enseñar a los jóvenes todas las facetas del negocio y las
habilidades interpersonales que les ayudarán a tener éxito en cualquier trabajo que
elijan.
Hay mucho que ver en SISU y recomiendo investigar en nuestros archivos para
encontrar artículos que se han publicado sobre ellos. Pero no hay comparación con
estar allí. Puede pedirles que le den un recorrido por el edificio. ¡Le sorprenderá!
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