Últimamente en Lawrence hemos tenido varias vigilias así como marchas donde hemos abogado por la paz y las familias que han perdido seres queridos víctimas de violencia doméstica así como de gangas.
Entre las marchas y vigilias que se llevan a cabo anualmente podemos citar “Un Día para Recordar” que se celebra durante el mes de Septiembre honrando a las víctimas de violencia en la ciudad de Lawrence así como “La Marcha de las Novias” que se lleva a cabo en memoria de Gladys Ricart, una inmigrante dominicana que fue asesinada el día de su boda por su ex novio.
Solo este año en Lawrence hemos tenido 3 vigilias, “Unidos por la Paz” durante el mes de marzo, motivada por un violento fin de semana en la ciudad; “Take Back the Night”, una marcha por las calles de la ciudad organizada por la YWCA durante el mes de abril y la mayor de todas, “We are Orlando” en el mes de junio recordando a las víctimas del Club Pulse, donde fallecieron 49 personas.
Afortunadamente en Lawrence no hemos tenido los problemas de otras ciudades donde personas en su mayoría de la raza negra han muerto a manos de la policía, motivando extensas protestas. Confiamos en que se haga justicia en cada uno de esos casos.
Lo que si no comprendemos es que nuestras autoridades ni los que organizan vigilias hayan reaccionado al asesinato de los cinco oficiales de la policía de Dallas, Texas, por alguien que tomó la ley en sus manos en forma de venganza por lo que algunos policías han hecho recientemente en Minnesota y Louisiana.
Entendemos el sentimiento de los que protestan pero no debemos olvidar que es el policía al que llamamos cuando nos encontramos en un aprieto. Es el policía el que se lanza a las aguas heladas del río a salvar a alguien que se está ahogando sin importarle el color de su piel; es el policía que penetra en un edificio en llamas a salvar a un minusválido que no puede hacerlo por sí mismo, sin importarle el idioma que habla.
El hecho que ese policía sea blanco no lo hace nuestro enemigo.