Hace solo unos días fuimos a depositar nuestro voto. Tenemos que admitir que muchos fuimos a las urnas sin el embullo que nos deja unas elecciones preliminares, donde sólo hubo elección en un solo distrito por razones de falta de candidatos.
En las elecciones finales, que sepamos, sólo hubo un problema, por lo que fue necesario cambiar el lugar de votación de un colegio electoral en el Distrito F para otro sitio, ya que el indicado, la Biblioteca del Sur de Lawrence, no reunía las condiciones necesarias de acceso a minusválidos.
Tal vez luzca increíble, pero situaciones como las indicadas, son más que suficientes para que muchos la usen como excusa para no salir a votar, razón por la cual de 40,631 registrados para votar sólo 6,051 ejercieron su derecho.
Esto tal vez trajo como consecuencia que todos los actuales concejales salieran re-electos, bien por popularidad o nombres conocidos no dando oportunidad a nuevas caras de formar parte del nuevo gabinete de la ciudad.
Pero siempre hay excepciones y decepciones. Entre las excepciones se encuentra el caso de una candidata at-Large que entró por la puerta grande, no solo porque un incumbente, más conocido como el más votado, decidió no re-elegirse por razones personales o si fue por estar apoyada por un popular alcalde o porque usaba dos nombres.
La razón de usar dos nombres era porque, según nos confesó, aquí la conocen por uno mientras que en su país la conocen por el otro y quería que allí se supiera. No nos consta si recibió algún voto en ausencia.
Entre las decepciones se encuentra la de un candidato, con credenciales más que suficientes para desempeñar el cargo, fue ignorado por los votantes.
La otra decepción fue la de otro candidato que estaba corriendo por sticker, pero sólo se lo dijo a cinco personas y fue derrotado por otro candidato que compartió su secreto con otras más personas.
¿Y qué nos trae el futuro? Sabemos o creemos saber, cuál es el candidato o candidata del Alcalde Rivera para su sucesión. Esta vez, es una candidata y nos han informado que hará su anuncio en una iglesia durante la misa.
Hay un fenómeno nunca antes visto en este país. Solo en Lawrence. Sólo dictadores y reyes escogen a sus sucesores, y ésta además, va a hacer su anuncio en una iglesia, con el sacerdote a su lado y Dios como testigo.
Pero aún hay más. Una joven que recién comenzó a trabajar dentro del cerrado círculo del Alcalde Rivera acaba de renunciar a su posición ya que planea correr para la posición de alcalde aunque no cuenta con el apoyo de éste.
Ella está entre los popularmente llamados milenios. Jóvenes que ocuparán nuestras posiciones en la sociedad y principalmente el gobierno con ideas socialistas.
Son dignos de admiración por sus convicciones. Aunque no sepan nadar, son capaces de lanzarse a lo más profundo del océano y mientras nadan entre tiburones, nos invitan a unirnos a ellos.
¿A dónde vamos a parar? Solo Dios lo sabe.