“Sentando un Precedente” fue el titulo de nuestro editorial de la edición No. 614 del 22 de febrero. En él, decíamos que la solicitud de $675,000 del Alcalde Daniel Rivera para adquirir el lote de terreno adyacente a la estación central de bomberos en la calle Lowell, era solo para sentar un precedente.
Inmediatamente después de conocerse la solicitud del Alcalde Rivera, muchos no estuvieron de acuerdo en que la ciudad pagara $675,000 por algo que el Dr. Joel Gorn, propietario del terreno, solamente pagó $150,000.
Muchos opinaron que la forma de evadir pagarlo y de ahorrarle a la ciudad el elevado gasto, era adquirir el terreno por dominio eminente, pero desde un principio anticipamos las intensiones del Alcalde Rivera. No era porque era el único solar disponible, ni tampoco que él estaba pidiendo esa suma por favorecer al Dr. Gorn. No.
En nuestra opinión, el Dr. Gorn tenía todo el derecho a pedir lo que quisiera por algo que le pertenecía, la cuestión era, ¿lo aprobaría el concejo municipal?
Conociendo cómo opera nuestro concilio, siempre dispuesto a complacer a nuestro CEO y Alcalde Daniel Rivera, estábamos convencidos de que ninguno de ellos se hubiera atrevido a sugerir quitarle el solar al Dr. Gorn por dominio eminente. De ser así, esto hubiera estropeado los planes del Jefe, por lo tanto, unánimemente, votaron aprobar la suma pedida.
En nuestro editorial del 22 de febrero, dijimos que sospechábamos que los planes del Alcalde Rivera eran sentar un precedente, y lo vamos a repetir:
“Considere que el proyecto de $45 millones para mejorar la Escuela Oliver ya está aprobado y las obras pueden comenzar en cualquier momento. Cuando eso suceda, todos sabemos que necesitarán espacio adicional para dichas mejoras y expansiones. ¿Dónde van a encontrar ese espacio? Fácil, dentro de los vecinos contiguos. ¿Quiénes son esos vecinos contiguos? El edificio ubicado al lado de la Escuela Oliver, propiedad de la Concejala Estela Reyes, Denis Reyes, Juan Carlos Reyes y Junior Rozón, comprado de Anchor Baptist Church el 16 de octubre de 2015, por $170,000.
Pero eso no es todo, el 25 de enero de 2016, el Comité de Viviendas aprobó la venta de un terreno propiedad de la ciudad en el 92 Oak St. por $3,300. La tierra que se le vendió a Junior Rozón, un residente de Haverhill, está detrás de la Escuela Oliver. El documento de venta fue firmado por el propio Alcalde Rivera”.
Solo una respuesta lógica nos viene a nuestra mente. Cuando esos espacios sean necesarios, la concejala Estela Reyes y sus asociados pedirán miles, tal vez millones por sus propiedades y nuestro Alcalde, cruzando los brazos en una postura inocente dirá: Si se lo dimos al Dr. Gorn, ¿por qué no a Estela Reyes y sus socios?
¿Tenemos que predecir cuál será el voto de los concejales? ¿O es usted lo suficientemente inteligente para adivinarlo?