Para los niños pequeños, la noche de Halloween es una de las mejores del año, pero puede ser peligrosa si los niños y los padres no tienen cuidado.
Halloween es una celebración que se lleva a cabo en gran parte del mundo occidental la noche del 31 de octubre, con los niños vestidos con trajes llamativos que van de puerta en puerta recogiendo dulces y divirtiéndose.
Los niños, especialmente los más pequeños, necesitan ser protegidos por vestidos de colores brillantes o reflectantes y después de acompañarlos en esa noche especial; siempre debemos inspeccionar sus golosinas.
Los niños no deben aceptar o comer dulces que no están envueltos de fábrica. Ellos deben esperar hasta llegar a casa para comer sus dulces. Los padres deben desechar aquellos artículos caseros que estén en la bolsa de sus hijos, así como pequeños elementos que puedan ser un peligro de asfixia. Inspeccione y descarte los dulces de marcas y manipulación sospechosas. Preferiblemente, lleve a su hijo solamente a los hogares con que están familiarizados o a lugares privados donde todo el mundo se conoce.
Para los padres, la revista Reader ‘s Digest tiene estos consejos de seguridad: Planear una ruta con antelación, llevar zapatos cómodos, mantenerse bien iluminado, asegúrese de que todos los trajes son cortos, evitar las máscaras. Las máscaras pueden hacer que sea difícil para su hijo el ver o respirar. Si es posible, descarte la máscara por completo y en su lugar, use maquillaje no tóxico para completar el traje.
Halloween es una noche de diversión que debe mantenerse de esa manera.