No cabe la menor duda que este mes de febrero lo vamos a recordar por mucho tiempo y nos vamos a alegrar si cuando pase, se lleva la nieve consigo. Con el tiempo que llevamos en este país no recordamos un mes de febrero con tantas nevadas seguidas.
Para los residentes del norte de la ciudad, donde calles angostas abundan, la cantidad de nieve ha creado un problema de gran magnitud. A ello hay que agregar que la mayoría de las casas son de tres pisos con múltiples apartamentos sin espacio donde estacionar los vehículos a menos que sea en la calle.
Todo esto ha traído frustración entre mucho de nuestros residentes, aunque no estamos solos. Con ver los noticieros en Boston y otras ciudades podemos ver que no somos los únicos que estamos en esta situación.
Por suerte, la ciudad de Boston como Lawrence han recibido ayuda tanto en equipo como en mano de obra proporcionada por miembros de la Guardia Nacional que han venido a reforzar el personal de nuestro Departamento de Obras Públicas que está luchando noche y día para mantener la ciudad abierta.
Sin querer ser alarmistas ni creer que somos adivinos, nos gustaría que la ciudad y sus residentes comiencen a preocuparse por posibles inundaciones una vez que toda esta nieve que ha caído comience a derretirse.
Solo recordar las vicisitudes que vivimos en mayo del 2006, cuando muchos residentes tuvieron que abandonar sus casas, donde todas sus pertenencias quedaron arruinadas, nos hace pensar que debemos tomar medidas de prevención antes de que comiencen a subir las aguas. Es mejor prevenir que tener que lamentar.