La época más alegre del año ha llegado. Parece que todo el mundo tiene buenas intenciones en el corazón y lo mejor de nosotros sale a relucir durante el mes de diciembre. Sí, celebramos la Navidad, Hanukah y Kwanzaa, pero en años recientes, la política correcta saca su feo rostro donde no tiene lugar para existir.
Desde que los peregrinos llegaron a este país en busca de libertad de religión, el público ha podido escoger a qué religión organizada o secta se quiere unir sin persecución. Ningún otro país en el mundo ha dado la bienvenida a tantas creencias religiosas con el respeto que los Estados Unidos lo ha hecho.
Si alguien nos pregunta qué es la cultura americana, realmente no podremos contestarle ya que depende de la crianza en particular de cada uno de nosotros y la herencia nacional de sus antecesores.
En el caso de nacionalidades mixtas en una misma familia, tenemos una formidable mezcla de creencias culturales y religiosas que no se pueden encontrar en ningún otro lugar. Nuestra identidad real es ser una nación de inmigrantes que abraza a todos.
El 80% de la población de los Estados Unidos cree en el Cristianismo pero tenemos familias que celebran Hanukah y entonces van a la Misa del Gallo antes de que Santa Claus traiga los regalos a los niños. Hay parejas que han aprendido a criar a sus hijos dentro de dos religiones, perfectamente seguros de quiénes son, orgullosos de su herencia – de ambos lados. ¡Esa es la verdadera asimilación!
Sí, estamos celebrando la Navidad y no hay nada ofensivo en desearle a alguien “¡Feliz Navidad!” La política correcta debe ser reservada para aquellos momentos en que alguien va a sufrir algún daño ya sea en la vivienda, la escuela o el empleo, pero esta es la Navidad, la mejor época del año… o Hanukah… o Kwanzaa. ¡Qué maravilla!
Vivimos en el mejor de los países. ¡Vamos a celebrar!