En nuestra edición del 1ro de enero, 2015, Rumbo publicó el documento que el Concilio de Lawrence se proponía discutir y someter a votación el pasado 13 del corriente mes de enero.
El documento muestra ciertas irregularidades cometidas por el Alcalde Daniel Rivera, que de acuerdo con el Presidente del Concilio, Modesto Maldonado deben ser corregidas.
Según el documento, el Alcalde Rivera ha violado la Carta Magna de la ciudad en varias ocasiones poniendo a la ciudad en riesgo de ser llevada a corte y demandada por sumas millonarias.
La participación pública durante la reunión del martes 13 se convirtió en un ataque a los concejales por parte de algunos miembros de la audiencia que llegaron a amenazarlos con votarlos fuera en las próximas elecciones si continuaban con el proceso.
La nota de más color la dio el Representante Marcos Devers. En nuestra opinión, dado su posición estatal debió de habérsele concedido todo el tiempo que requería para expresar su opinión. Pero ese no fue el caso, sólo se le dio el mismo tiempo que a un ciudadano ordinario, por lo que debió finalizar su exposición tan pronto había expirado su tiempo, en lugar de alzar la voz sobre la del Presidente del Concilio, mientras éste último martillaba sobre la mesa demandando silencio.
Lo increíble de todo esto es que los que ayer atacaban al anterior alcalde por su manera altanera de gobernar la ciudad, son los que hoy claman, si el anterior lo hizo y nadie hizo nada, porque no puede hacerlo este. Es inútil tratar de razonar con esta mentalidad. Se corre el riesgo de ser tildado Lantigüista.
En nuestra opinión, la única participación sensata expresada el pasado martes ante el Concilio fue la de Wayne Hayes, presidente de Mt.Vernon Neighborhood Association, que pidió a ambos bandos sentarse y resolver estos problemas. Esta es la posición que esperábamos del Representante Devers.
¡Lawrence se lo merece!