El lunes, 4 de este mes de enero asistimos a dos importantes eventos llevados a cabo en las ciudades de Haverhill y Lawrence. Ambos eventos, relacionados en nuestras páginas, tuvieron que ver con la juramentación y toma de posesión a sus cargos de los candidatos electos durante las últimas elecciones que tuvieron lugar en ambas ciudades.
Durante la mañana, Haverhill juramentó en su puesto de Alcalde por séptima vez a James J. Fiorentini, que esta vez, se había postulado sin oposición. Acto seguido John A. Michitson fue seleccionado como Presidente del Concilio así como Melinda E. Barrett, Vicepresidenta, ambos por unanimidad.
Cuán diferente fue el evento de la noche en Lawrence. Luego del pomposo y justificado programa de juramentación vino la elección de en quien caería la dirección del concejo municipal. Aunque el resultado se venía comentando con anterioridad, todos esperábamos el resultado oficial. Tanto el Presidente como el Vicepresidente fueron votados 5-4. Quedaron fuera el pasado Presidente y Vicepresidenta.
Acto seguido presenciamos actitudes que nos tranquilizaron. Todo parecía que comenzaba un nuevo capítulo en la historia de la política en Lawrence. Vimos al depuesto Presidente Maldonado extender la mano y felicitar al recién inaugurado Presidente Vásquez. Escuchamos las palabras del recién inaugurado Vicepresidente Laplante agradecer el trabajo del depuesto presidente y vicepresidenta durante su gestión.
Nuestra tranquilidad duró hasta el día siguiente cuando recibimos del Presidente Vásquez las asignaciones de los subcomités que fueron discutidas en la noche. En el Comité de Presupuesto y Finanzas revalidó al Concejal Laplante y se ratificó a sí mismo en el cargo además de nombrarse en el Comité de Personal, asegurando su presencia en los dos más importantes.
Es digno de mencionar que tanto los Concejales Vásquez, Laplante y Reyes estaban a cargo de ese subcomité durante el anterior período, siendo Vásquez el presidente y dejó vencer el tiempo de actuar sobre una petición de presupuesto suplementario que sería utilizado para pagar el sueldo del Ingeniero Theodoro Rosario, el cual había sido nombrado por el Alcalde Rivera para ocupar la posición de Ingeniero de la ciudad aún sin tener las credenciales necesarias. Con esto, por falta de acción del comité, automáticamente dio al Alcalde Rivera los fondos necesarios para mantener a su amigo en el cargo.
Vásquez, más tarde, presentó una serie de excusas por lo sucedido, eximiéndose de toda culpa.
En nuestra opinión, se salió con la suya, burlándose del pueblo, y con la asignación de estos comités continuar al servicio del Alcalde Rivera.