Si no lo cree, mire el calendario y verá que tenemos razón.
Después de un largo y frío invierno y últimamente cuatro tormentas en este mes de marzo solamente, que nos han sepultado bajo la nieve, las primeras señales de la primavera están en el aire. Bueno, sino en el aire, por lo menos dentro de nuestra casa.
Las plantas tropicales que invernan dentro de nuestra casa, ya están dando señales del cambio de estación. Entre ellas, debemos destacar la más sobresaliente, La Mariposa, flor nacional de Cuba, cuya raíz importamos de Puerto Rico hace más de 30 años.
La mariposa (Hedychium Coronarium) es una flor nativa de la India, pero está sin embargo tan extendida en Cuba que ha sido escogida como la flor nacional. Estas flores son blancas, con un perfume exquisito, aunque también hay variedades de color amarillo y rosa salmón. Es muy abundante en épocas de lluvia, pudiendo crecer hasta seis pies de altura.
A pesar de la tormenta anunciada para azotarnos cuando esta edición comience a circular, ya tenemos organizaciones como Groundwork Lawrence que está informando que ya estamos a menos de un mes del mayor evento voluntario del año.
A través de flyers, Groundwork Lawrence nos está pidiendo que guardemos la fecha del sábado, 21 de abril, 2018, donde nos uniremos con cientos de personas comprometidas a mantener nuestras calles de la ciudad y los parques limpios, y ese día estamos celebrando en el Día de la Tierra.
También, hacemos un llamado a las autoridades para hacer cumplir todas las ordenanzas de la ciudad existente en materia de basura, remoción de escombros y basura. De nada vale la labor de un día si las montañas de desechos colectados van a permanecer estáticos por un mes en espera de los camiones que vengan a finalizar la obra corriendo el riesgo de que se rieguen de nuevo por los vecindarios.
Pero todo este esfuerzo no valdrá la pena a menos de que todos tomemos parte en vigilar a los violadores de estas ordenanzas. Si queremos mantener la ciudad y sus vecindarios limpios todos tenemos que tomar parte, no solo en limpiar y barrer los mismos sitios año tras año, sino en vigilar y reportar a los violadores que las ensucian.