¡Qué pena que tengamos tanta gente en esta comunidad que carecen de la valentía para expresar sus ideas y discutir sus puntos de vista en un proceso abierto, de manera educada y civilizada! Se esconden detrás de los insultos y acusaciones que no tienen nada que ver con los problemas, lo que resulta en ataques personales.
En un mensaje de correo electrónico anónimo en español, el escritor se quejó de esta publicación por “promover la campaña del ex alcalde William Lantigua; la forma irresponsable en que Lantigua fue elogiado como un santo sin fijarse en sus errores”.
El escritor (que finge ser una mujer, aunque puede que no lo sea) también cuestionó la agenda del columnista, así como el periódico de “permitirle” escribirlo. Y, por supuesto, preguntándose qué favores le debemos a Lantigua.
No vamos a molestarnos en responder a esas acusaciones cobardes, sin sentido y sin fundamento pero deseamos darle una lección a ese individuo con respecto a la razón principal que llevó a la mayoría de la gente a venir a este país: Libertad de Expresión y Libertad de Prensa. Nunca hemos negado en dieciocho años la publicación de un artículo basado en la opinión del autor y siempre que está basado en los hechos (no rumores), escrito con el lenguaje apropiado y sin insultos personales.
Anuncié lo suficientemente temprano que si alguien quería escribir un artículo en apoyo a su candidato favorito – de forma gratuita – que podría enviarlo y sólo los amigos de Lantigua se aprovecharon de eso. Yo no tengo que dar cuenta de ello como lo hice. Después de todos estos años, todo el mundo debe saber que estamos abiertos a todos los puntos de vista y nuestra opinión sólo se expresa en este editorial y mi columna bajo mi propio nombre, así como mi programa de radio (CrossOver). Siendo el único periódico local en Lawrence, tenemos un compromiso sagrado de permitir el acceso a esta comunidad y ser su voz.
Es una pena que esas personas no pueden leer. Miran las fotos y basan su juicio según lo que ven. Por cierto, el autor de ese correo electrónico anónimo decidió ignorar mi columna en la misma edición castigando a Lantigua. Por otra parte, cualquiera que piense de tal dictatorial, opresiva y de mentalidad tercer-mundista, debe regresar de donde vino ya que se sienten más cómodos allí. ¡Son una amenaza para este país!
¡Quémundo tan maravillososeríasi estuvierandispuestos arazonar las cosasy tener una conversaciónnormal!
¡Qué Dios nos castigue si alguna vez nos negamos a publicar o censurar a alguien en violación de la razón por la que nos encontramos lejos de nuestro propio país!