Cada día que pasa, nuestra sociedad se está convirtiendo más severa en cuanto al vocabulario que sea políticamente correcto, temerosos de ofender a alguien.
Hay un movimiento en este país para prohibir a Dios de la vida diaria como si su mención fuese el endoso de cierta religión y la Constitución de los Estados Unidos claramente separa a la iglesia y el estado.
Pero la Constitución hoy está siendo interpretada según quien la esté leyendo y el resultado será trágico para todas las religiones.
Cuando los padres de la patria diseñaron tan inteligentemente ese documento que ha regido a este país por más de 200 años, lo hicieron pensando en Dios, precisamente para prevenir que futuras generaciones lo omitieran a la vez que nos dieron la libertad de practicar cualquier religión sin interferencia por parte del gobierno.
Esta no es la “época festiva” sino las Navidades. No podemos olvidar que la única razón por la que la celebramos es porque ese fue el nacimiento de Jesús.
Si la comunidad afro-americana quiere celebrar Kwanzaa, cuya celebración comienza el 26 de este mes y termina el primero de enero, 2016, debemos estar ahí para apoyarlos y asegurarles su derecho a hacerlo.
El día 6 del corriente mes de diciembre fue el comienzo de Hanukkah para la población Judía, que terminó felizmente el lunes 14. Perseguidos a través de la historia, ellos bendicen la libertad en este país que respeta su creencia.
Dios no es una religión. En un final, todos creemos en el Ser Supremo, igual que los que firmaron la Constitución.