Esta es la estación en la cual tradicionalmente buscamos el cariño y el amor de todos cuantos nos rodean.
Este ha sido un año difícil para el mundo, nuestro país completo, y muy especialmente para nuestra ciudad, en particular, para los familiares de tantas víctimas de violencia.
Durante estos últimos años, hemos tenido varias marchas por la paz, vigilias, tanto por las víctimas de asesinatos en Lawrence como también recordando víctimas inocentes de odio irracional tales como la masacre de Pulse en Orlando, Florida.
Otro caso que ha dejado una marca indeleble en esta comunidad ha sido el asesinato de Lee Manuel Viloria-Paulino, que después de un año de haberse encontrado su cuerpo mutilado y haber dos jóvenes detenidos, aún se desconocen detalles del incidente.
Sabemos que la justicia tarda, pero llega. Este caso en particular ha sido tan horrendo que la comunidad está temerosa de que la justicia nunca llegue para él o los verdaderos autores del crimen.
Estamos cansados de enterrar a nuestros jóvenes y atar la reputación de nuestra ciudad a estos actos monstruosos y aún los que se ven rodeados de tanta maldad a diario, sufriendo las consecuencias, limpiando los destrozos causados por sus acciones.
Parece tan extraño desear Felices Navidades al prójimo porque no sabemos lo que llevan por dentro. Quizá nosotros mismos lo escuchamos con ironía. La realidad es una: tenemos que buscar la paz dentro de nosotros mismos antes de tratar de salir a esparcirla.
De gracias a Dios por tener salud y amor dentro de su hogar y ese será el comienzo para desear a otros lo mismo que usted ya halló.