¡Que vergüenza!

Hace un par de días, el 11 de noviembre para ser exactos, la Ciudad de Lawrence rindió homenaje a nuestros veteranos.  El Auditorio de la South Lawrence East School, donde se celebró el evento estuvo parcialmente vacío.  Si nos fijamos en la imagen adjunta, podrán ver lo que estamos diciendo.  Ni siquiera 100 cabezas.

Si usted considera que entre los sentados, que son los que hacen la audiencia, habían 6 miembros de la Escuela Guilmette; 9 JROTC Steppers, 9 miembros del Ensamble femenino de LHS, 4 JROTC guardias de color, 3 representantes (en realidad uno envió a su ayudante en su representación), 2 concejales de la ciudad (y son 9) y 2 nuevos concejales electos, que hacen un total de 38, además de una docena de veteranos, ¿dónde estaba la audiencia?  ¿Dónde estábamos nosotros?

Dado que esta es una ciudad de inmigrantes, esto es para todos nosotros en general, los inmigrantes ciudadanos de esta gran ciudad.  ¿Dónde estaba usted el 11 de noviembre entre las 11:00 A.M.-1:00 PM.  Era un miércoles, marcado en el calendario como día feriado por lo que muchos de nosotros no estábamos trabajando.

Muchos de nosotros los inmigrantes, una vez que llegamos a este país, parecemos olvidar la razón por la que estamos aquí.  Muchos no recordamos que todos dejamos nuestros países por muchas razones diferentes, pero principalmente por las libertades que disfrutamos aquí.

El Predicador John Hagee dijo una vez en un sermón: “¡Es el soldado no el periodista que le da la libertad a la prensa.  Es el soldado no el poeta que le da la libertad de expresión.  Es el soldado no el organizador del campus el que le permite demostrar.  Es el soldado que saluda la bandera, sirve a la bandera, cuyo féretro está cubierto con la bandera que le permite al manifestante quemar la bandera!”

El 11 de noviembre pagamos tributo a los soldados que han regresado.  ¡Los llamamos Veteranos!  Son los hombres y mujeres que sacrificaron su juventud y la familia para mantener este país que todos amamos, libre – la libertad que una vez todos vinimos buscando.

            ¡Cualquiera que sea nuestra religión, una vez a la semana vamos al templo a dar gracias al Creador; una vez al año no es mucho pedir que demos gracias a los que nos dan la libertad!