El poeta y escritor César Sánchez Beras apoyado en el sueño de
libertad que Juan Pablo Duarte tuvo de su patria, libertad que se
ha visto lesionada no solo durante la tiranía de Rafael Leonidas
Trujillo y que de acuerdo a él hoy está negada, ya que mientras
alguien tenga lo superfluo y haya otros a quienes le falte lo
necesario es un delito inhumano, que atenta contra la libertad.
El señalamiento fue hecho por el poeta durante una conferencia
que dictó el pasado jueves en Casa Dominicana en la conmemoración
del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte.
En la actividad que inicia el calendario de eventos del mes de la
patria que coordina en esta ciudad Efemérides Patrias, el escritor
comparó los ideales que fundamentaron los sueños de Duarte de
legarnos una patria libre y soberana, donde se diera cabida a la
igualdad, con la situación socio-económica que en los actuales
momentos vive la República Dominicana.
Sánchez Beras no solo se refirió a los comentarios propios y
preconocidos de la vida, obra y muerte de Duarte sino que habló
sobre su fe, su creencia de que la educación era, es y será el
único medio para transformar la vida colectiva, la que sin dudas
posibilita una vida más digna para sus conciudadanos.
De acuerdo al escritor, este pensamiento ha sido pocas veces
emulado en la República Dominicana y ya que pocos políticos han
tenido la visión de que educando a la mayoría es donde está el
progreso de los pueblos.
“Realmente lo que mayoría hace es empujar a la masa, no guiarla”,
dijo Sánchez Beras.
De igual modo el reconocido poeta consideró que fuera de banderías
políticas, y de falsos reconocimientos, aparte de Juan Pablo
Duarte solo Juan Bosch Gaviño tuvo la visión de que la educación
conforma el progreso de un pueblo.
Sánchez Beras indicó que en ese momento no hablaba del Juan Bosch,
ex presidente de la República Dominicana ni el ex fundador de un
partido, sino del ciudadano dominicano que creyó en la educación
de los dominicanos.
Por otro lado el poeta habló sobre la creación de la Trinitaria,
conformada por nueve ciudadanos: Juan Isidro Pérez, Pedro
Alejandrino Pina, José Maria Serra, Félix Maria Ruiz, Juan
Nepomuceno Ravelo, Benito González, Jacinto de la Concha, Felipe
Alfau, y su ilustre fundador Juan Pablo Duarte.
“De todos ellos solo el patricio Juan Pablo Duarte y Benito
González eran mayores de edad, para entonces los demás todavía
usaban pantalones cortos”, dijo.
Este manifestó que el dato curioso con relación a la edad de los
trinitarios le ganó el mote de la “Revolución de los Muchachos”,
considerado por los franceses como una característica que les iba
a impedir tener éxito en una empresa tan grande como fue la
independencia.
“Sin embargo, Duarte y sus compañeros demostraron que el valor, la
entrega, la devoción y el fervor patrio pueden hacer los cambios
que se necesitan”, destaca.
Apunta el escritor que la juventud puede y hace los grandes
cambios de la humanidad y que los espíritus frescos son los que
llevan en sí la semilla del porvenir.
Duarte y su Fe
Otro de los factores enfocados por César Sánchez Beras en su
conferencia fue el de la fe, señalando que hay gente que no tiene
fe ni en lo que es, ni en su patria, en su trabajo, en su vocación
artística, y carecen de esa energía que motiva las cosas.
Duarte tenia una fe interesante-continúa-, la obra que realizó
para la nación dominicana esta precedida de una fe inconmovible y
de una fe inmensa en los suyos, no solo en cantidad, puesto que su
creencia era enorme, sino también en calidad, puesto que aparte de
creer en su proyecto hizo todo lo humanamente posible para
conseguir ese ideal.
De igual modo este expresó que solo una fe como la duartiana pudo
tener la certeza espiritual de creer que en un país que para el 16
de julio de 1838 no tenía 100 mil habitantes, con algo más de 50
mil kilómetros cuadrados de extensión, donde ni siquiera habían 20
mil familias, que estaba incomunicado con el exterior podía ser
independiente y soberano.
Orgullo Dominicano
Gracias a la fe que Duarte tenía en ese terruño, en sus ansias de
verla liberada del yugo extranjero, de ofrecerle una identidad
propia, hoy los hijos de Quisqueya podemos portar con orgullo la
dominicanidad.
Entiende César Sánchez Beras que con altas y con bajas, con
ladrones, con próceres, con artistas, con poetas, con tratantes de
blancas, seguimos siendo dominicanos, “y hay pocos países que como
la República Dominicana pueden tener dignidad, soberanía y
bandera”.
Juan Pablo Duarte Diez nació el 26 de enero del 1813 y murió el 15
de julio del 1876, en Caracas, Venezuela donde vivió exiliado.
Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez son los
tres padres de la Patria de la República Dominicana.
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